Nula “postración”, abundante alcohol

Simitrio Quezada.
Simitrio Quezada.

Con tristeza y preocupación constato cómo la calidad educativa de las dos décadas recientes parece haberse quedado sólo en los discursos (muchos de ellos mal leídos, por cierto). Nos hemos engañado tanto con el rollo de la calidad e innovación educativa, que sólo en eso quedó: en rollo, mera palabrería. La prueba más fuerte de … Leer más

Con tristeza y preocupación constato cómo la calidad educativa de las dos décadas recientes parece haberse quedado sólo en los discursos (muchos de ellos mal leídos, por cierto). Nos hemos engañado tanto con el rollo de la calidad e innovación educativa, que sólo en eso quedó: en rollo, mera palabrería.

La prueba más fuerte de esto radica en parte de la realidad de muchos de nuestros jóvenes de 18 a 29 años, los que tienen buscan más a la tecnología que a las bibliotecas, ésos tan cercanos al Tik Tok y tan lejanos del Diccionario.

En esta primera semana de julio de 2021 llamó la atención que, tras la convocatoria a registrarse para vacunarse para prevenir la mayoría de los graves efectos del contagio por Covid-19, muchos de nuestros jóvenes buscaron al único maestro al que realmente recurren, Google, para preguntarle qué significa la palabra “postración”. Esto porque el recuadro inferior a la solicitud de vacunación dice: “Estoy en estado de postración”.

El sistema mismo es el que hace evidente lo que sucede en el sistema: no habían pasado tres horas de la búsqueda masiva de la palabra “postración” cuando el mismo Twitter tenía ya en “trending topic” lo que estaba sucediendo. Se hacía evidente la ignorancia de ese sustantivo en estos muchachos de 18 a 29 años.

Los cuarentones sí sabemos qué significa “postración”: estar abatido por enfermedad o aflicción, estar en cama guardando reposo, con movimiento limitado. La pregunta aquí es: ¿de veras debemos culpar a nuestros veinteañeros, o más bien a quienes debimos educar bien a nuestros veinteañeros?

Los docentes estamos tan ocupados en mil cosas: llenado de documentos, preparaciones de exámenes, búsqueda de reconocimiento de nuestros derechos como educadores, que muchas veces olvidamos educar de veras.

La otra parte bochornosa del reciente episodio es igual o peor: la segunda pregunta de los jóvenes a Google es ―palabras más, palabras menos― si de veras no se debe tomar alcohol después de que se les aplique la vacuna contra Covid.

Sin afán de rasgarme vestiduras, de plano continúo sin entender cómo llegaron estas nuevas generaciones a entender que diversión es sinónimo único de consumo de alcohol.

Lamento, de veras, en muchos de ellos y ellas el nulo concepto de “postración” y la abundante presencia de alcohol.

 




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