‘Nosotros’ y ‘Ellos’ está obsoleto

Gerardo Luna Tumoine.
Gerardo Luna Tumoine.

En la vida naturalmente enfrentamos dificultades, pero si nos permitimos desmoralizarnos, eso es un verdadero fracaso. Creo que siempre podemos usar nuestra inteligencia y mirar cualquier complicación que nos rodee desde una perspectiva más amplia. Contrario a la creencia común, la última fuente de felicidad no es una riqueza de bienes materiales, sino un sentimiento … Leer más

En la vida naturalmente enfrentamos dificultades, pero si nos permitimos desmoralizarnos, eso es un verdadero fracaso. Creo que siempre podemos usar nuestra inteligencia y mirar cualquier complicación que nos rodee desde una perspectiva más amplia.

Contrario a la creencia común, la última fuente de felicidad no es una riqueza de bienes materiales, sino un sentimiento de alegría. El placer sensorial material que proporcionan las cosas es generalmente de corta duración y tal satisfacción hace poco para aliviar la ansiedad y en mi propia vida me he encontrado con todo tipo de problemas, pero nunca me he sentido desanimado, con miedo, pero la alegría mental se mantiene sola.

La felicidad derivada de la mera comodidad física tiende a ser superficial y fugaz. No logra apaciguar la ansiedad y el miedo. Mientras que si tenemos una mente tranquila podremos derrotar incluso el dolor físico, por lo que no debemos descuidar los valores internos.
Una gran pregunta subyace a nuestra experiencia, si lo pensamos o no: ¿Cuál es el propósito de la vida? Desde el momento del nacimiento, todo ser humano quiere la felicidad y no quiere sufrimiento. Ni el condicionamiento social, ni la educación ni la ideología afectan esto. Desde el corazón mismo de nuestro ser, simplemente deseamos alegría.  Por lo tanto, es importante descubrir lo que traerá el mayor grado de felicidad.

Somos física, mental y emocionalmente iguales, desde que nacemos, todos queremos vivir una vida feliz y ese es nuestro derecho. Sin embargo, muchos de los intelectuales y lideres comparten la opinión de que nuestros sistemas educativos existentes son inadecuados a la hora de preparar a la gente para ser más compasiva, una de las condiciones para ser feliz.

Lo único que nos aportará felicidad es el afecto y educar a nuestra mente. Cuando nuestra mente se vuelve más compasiva y cultivamos la coherencia, toda la atmósfera que nos rodea se vuelve más positiva y amistosa.

Nosotros los seres humanos debemos trabajar juntos, necesitamos compartir nuestras responsabilidades para salvar nuestro planeta y crear una humanidad más feliz. Pensar en los demás en términos de ‘nosotros’ y ‘ellos’ está obsoleto. Esta es la razón por la que me he comprometido a promover un sentido de la unidad de nuestra familia humana.

Ha llegado el momento de hacer un esfuerzo para entender que nuestro futuro depende de los demás. En nuestro propio interés debemos preocuparnos por los demás y cuidar de ellos. Esta es la manera sabia de asegurar nuestro interés propio. Descuidar a los demás y pensar sólo en ti mismo es un enfoque necio.

Por favor, no piensen que la compasión, el amor y la tolerancia sólo son patrimonio de la religión. Son propias de la vida humana, ya que por medio de la compasión desarrollamos confianza en nosotros mismos; eso nos aporta fuerza interior, lo que nos permite actuar con coherencia es pensar en los demás y dejar el “nosotros y ellos”.




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