No se casó con su mamá

Hoy les voy a hablar del  papel de la mujer en el matrimonio, es un papel muy importante, pero ojo no es un papel para demostrar que  tienes más poder  o todo el poder. Tu esposo se casó con su novia, no se casó con su mamá, para un hombre es muy difícil soportar que … Leer más

Hoy les voy a hablar del  papel de la mujer en el matrimonio, es un papel muy importante, pero ojo no es un papel para demostrar que  tienes más poder  o todo el poder.
Tu esposo se casó con su novia, no se casó con su mamá, para un hombre es muy difícil soportar que le mandes todo el día, que le faltes al respeto, que le hables de una manera fuerte o desafiante, que le respondas de manera  altanera, que le digas constantemente lo que tiene que hacer. Estas actitudes hacen que su relación sea enfermiza y desgastante y   puede terminar con graves consecuencias ya que muchos de los  hombres no soportarán este infierno y  buscarán alivio en el alcohol, otras mujeres , el trabajo, un deporte, o los amigos ; o desarrollarán trastornos psicológicos como la depresión, violencia, problemas laborales, disfunciones sexuales, etc…   llegando muchos a contemplar el llegar al extremo del divorcio. Es triste y todos sabemos que la mayoría de los divorcios sin desgastantes y muy dañinos tanto para la pareja como para los hijos, así que hay que luchar por el matrimonio comprendiendo las necesidades de cada uno , poniéndose en los zapatos del otro e intentando hacer feliz al otro.
Hay que reflexionar que no es fácil ser una buena esposa, incluso si tienes un esposo casi perfecto, seguramente tú quieres ser feliz y sabes que tu familia y tu matrimonio son lo más importante que tienes; analízate si estás actuando como su mamá hoy mismo y cambia, acuérdate de tu actitud cuando eras su novia, complácelo, se dulce, amable. Vale la pena tu esfuerzo, por ti, por tus hijos, está demostrado que cuando uno cambia para bien, el otro empieza a cambiar y la relación mejora; ten paciencia, igual no es de un día para otro, pero no dejes de luchar.
Hay estudios que demuestran que los matrimonios felices experimentan más salud, más riquezas y más felicidad que las personas solteras o divorciadas, además de que  se presentan menores casos de ataques cardíacos, cáncer y accidentes cardiovasculares,  aunado a una vida sexual más satisfecha y a menores casos de depresión y violencia doméstica.



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