Lección de coherencia

Jaime Santoyo Castro.
Jaime Santoyo Castro.

Caer en la tentación es el impulso de hacer o tomar algo atrayente, pero que puede resultar inconveniente, y en el mundo encontramos infinidad de ejemplos de personas que, de una manera u otra, en el plano que sea, son víctimas de la tentación. En política lo vemos todos los días, porque la actividad pública … Leer más

Caer en la tentación es el impulso de hacer o tomar algo atrayente, pero que puede resultar inconveniente, y en el mundo encontramos infinidad de ejemplos de personas que, de una manera u otra, en el plano que sea, son víctimas de la tentación.

En política lo vemos todos los días, porque la actividad pública es un escaparate que permite traslucir muchas de las acciones de los actores, orientadas precisamente a hacer o tomar algo que atrae la atención, sobre todo teniendo al alcance los dineros públicos y el poder de decidir y hacer múltiples cosas.

La historia de nuestro país está plagada de hechos en los que las tentaciones han doblegado la voluntad de muchos actores políticos, quienes, bajo ese influjo, han tomado para sí los recursos públicos o han quebrantado las normas para favorecer intereses ajenos a la sociedad o construyen escenarios para perpetuarse en el poder.

Pero no es esa la generalidad. También hemos tenido lecciones de actitudes de enorme calidad, integridad y respeto por los principios constitucionales; tal como lo vimos el viernes anterior al escuchar al Ministro Arturo Zaldívar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, exhibiendo la talla de un hombre de Estado; dio una magnífica lección de coherencia renunciando a la posibilidad de alargar su mandato por dos años más como presidente de la Corte, tal y como se había aprobado por ley. pese a las duras críticas de diversos sectores de nuestra nación.

Con palabras que deberán quedar grabadas en la memoria histórica de los mexicanos, manifestó: – “Yo no estoy aquí por cargos, por puestos ni por privilegios. Estoy en esta Suprema Corte por valores, por principios y por convicciones. Así lo he demostrado toda mi carrera”, – y agregó: –  “Mi único compromiso ha sido, es y será con la Constitución y con los derechos humanos de todas las personas y por una mejor justicia para la gente”.

Ojalá y estas expresiones resuenen en todos los ámbitos de la vida pública nacional y sean una guía y un baluarte para quienes, estando en posiciones de poder, puedan resistir a las tentaciones.




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