La mente, facilitador interior

Gerardo Luna Tumoine.
Gerardo Luna Tumoine.

En el Tíbet un gran maestro del adiestramiento de la mente comentó una vez que una de las cualidades más maravillosas de la mente es su potencial de transformación. No me cabe duda que los que se dedicarán a transformar la mente, a sobreponerse a sus emociones perturbadoras y a lograr un sentimiento de paz … Leer más

En el Tíbet un gran maestro del adiestramiento de la mente comentó una vez que una de las cualidades más maravillosas de la mente es su potencial de transformación.

No me cabe duda que los que se dedicarán a transformar la mente, a sobreponerse a sus emociones perturbadoras y a lograr un sentimiento de paz interior, notarán con el tiempo un cambio progresivo en su actitud mental y en sus reacciones ante las personas y los sucesos. Sus mentes se volverán más disciplinadas y positivas.

Cultivar en la mente una manera honesta y coherente de vivir, facilita paz y calma interior, incluso cuando las circunstancias externas son caóticas. Entrenarnos a nosotros mismos para observar nuestro interior una y otra vez con meditaciones regulares, nos lleva a pasar más tiempo en el momento presente.

Tener más interés por el bienestar de los otros cultiva la humildad que lleva a actos objetivos de la realidad. Recuerdo a mi maestro Pascual Correa González, que me decía la importancia de formar la consciencia a través del sacramento de la reconciliación para que brinde paz interior.

Y a propósito de la cuaresma que ya se acerca, antiguamente los curas predicaban sobre las “postrimerías” que eran “muerte, juicio, infierno y gloria, ten cristiano en la memoria”, que era una forma de asustar, y prevenir actos buenos, que en otra cultura existe el karma, que significa acción a una reacción.

Quejarse de que lo que te pasa es solo el resultado de tu karma que es perezoso. En cambio, recordando con confianza los consejos de que, “Tú eres tu propio maestro,” puedes cambiar lo que pasa tomando acción.

Desarrollar el adiestramiento de la mente brinda la compasión hacia los otros y da fortaleza interior, contribuyendo a nuestra propia paz interior. Esto reduce automáticamente el miedo que puede llamarse “postrimerias o karma”.

Es importante porque el miedo y el estrés pueden conducir a la frustración, la que a su vez puede llevar a la ira y la violencia.

No es suficiente decir que la violencia es destructiva, para impedirla debemos abordar sus causas, las que a menudo son el miedo y la ira, pero solo lo podemos lograr con la práctica diaria del adiestramiento metal, el cual facilita la objetividad y felicidad.

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