Salud mental y navidad

Previo a estas fechas navideñas y en general, en cualquier época del año o estación, es lamentable escuchar y/o ver noticias relacionadas al suicidio. La misma palabra sacude al momento de escribirla.

En esta semana, se ha dado a conocer mediante las noticias de dos casos muy lamentables, el primero, trata de un niño apenas de 11 años, localizado sin vida al interior de su domicilio, fueron sus abuelos quienes primero lo encontraron y posteriormente, los paramédicos de protección civil confirmaron el deceso. De forma preliminar y en base a lo que se dio a conocer en algunos medios dentro de la línea de investigación, se mencionó que previamente al hecho, al pequeño niño se le retiró su Tablet lo que ocasionó un episodio de enojo en el menor.

Así también, en el municipio de Fresnillo, un menor de edad atravesó una grave crisis emocional en donde pone en riesgo su vida al rociar su cuerpo de gasolina y prenderse fuego, afortunadamente en este caso, el padre del menor se percató oportunamente de la situación actuando de inmediato para auxiliar y solicitar el apoyo médico por lo que el niño fue atendido de manera oportuna.

Ambos casos, evidentemente, encienden una alerta respecto a la salud mental de niñas, niños y adolescentes, por ser el suicidio considerado como un problema de salud pública complejo, pues interactúan factores biológicos, psicológicos y sociales.

Los factores principales sin duda son problemas de salud mental como la depresión, ansiedad y trastorno de estado de ánimo, sin embargo, factores como violencia, abuso, dificultades financieras, falta de apoyo sociofamiliar, bullying, acoso y el asilamiento social que se acentúo después de la pandemia, son apenas algunos fatores que detonan (en chicos y grandes), aunque mi columna el día de hoy va enfocada a los jóvenes y adolescentes, derivado de los lamentables sucesos acontecidos esta semana.

Este tema debe ser tratado con mucho respeto y desde esa línea, es que se pudieran tomar en cuenta algunas señales de alerta para poder detectar cómo andan nuestros jóvenes, todos sabemos que en esta etapa en la que se encuentran, la mayoría de los “regaños” se convierten en un drama, sin embargo, debemos estar alertas a frases que digan como, por ejemplo: “Todos estarían mejor sin mi” “ya no seré un problema”.

La pérdida de interés en deportes o actividades que antes disfrutaban y el asilamiento social son otro factor de alerta en la que el padre o tutor debe estar al tanto, sí como también el comportamiento autodestructivo, evidentemente el uso de alcohol y drogas.

En estos casos, la comunicación, el diálogo y la empatía, así como la NECESARIA BÚSQUEDA DE AYUDA PROFESIONAL es necesaria de forma inmediata.

Ya no sólo los jóvenes y adultos enfrentan cargas emocionales, los niños también y que en la mayoría de los casos no son visibles, pero requieren que un adulto este en ALERTA CONSTANTE.

En cualquier época del año, mas allá de la decembrina, es necesario que cuidemos la salud mental de nuestros niños, adolescentes, jóvenes pero que empecemos por la propia, ya que es la base y la raíz del bienestar y de una sociedad funcional en todos los ámbitos.

Ante cualquier situación de crisis emocional, en México está disponible la Línea de la Vida en el 800 911 2000 así como el número de emergencia 911, ambas líneas operan las 24 horas del día brindando atención confidencial.

Estas épocas decembrinas son un buen pretexto para dejar las pantallas y voltear a adentro y hacia los lados, vernos a nosotros mismos y a quienes nos acompañan en el camino a efecto de tener la certeza de que estamos bien, que nos sentimos acompañados realmente y que nuestra autoestima y la de nuestros afectos va más allá de los likes, así también, de que nuestra salud mental se encuentra en orden porque de ella depende en gran parte la felicidad y un fuerte problema que pare en seco nuestra vida, nadie se salva. Disfrutemos en salud y bienestar, ¡felices fiestas!

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