La inteligencia artificial nos rebasa

A través de sistemas de inteligencia artificial se pretende optimizar el tiempo para tomar decisiones más acertadas e informadas.

La tecnología llegó a modificar no sólo nuestra forma de vida, sino de actuar y pensar también, las relaciones interactúan ahora a través de dispositivos móviles.

Ahora la forma de comunicarse es únicamente bajo la transferencia o envío de fotografías y/o emojis o stickers, si una persona se encuentra en un restaurante puede tomar la foto de la taza de café o de su platillo y lo envía a sus amigos, éstos, en forma de contestación, le envían una fotografía de donde se encuentren puede ser un crucero de calle, un supermercado, una sala de televisión, cancha de una escuela, escritorio si se encuentran trabajando etc., el reto es dejar atrás las palabras y las oraciones y enfocarse únicamente a lo visual. Ello lo hacen a través de Whatsapp, Snapchat, Instagram, X, TikTok o Be.real como medios más utilizados.

Según datos de Data Science, consultora especializada en comunicación y marketing, un joven pasa en promedio 9 horas al día en Internet y el 60% de ese tiempo lo pasa navegando en redes sociales, ¡Qué grave! Si lo más valioso del mundo es el tiempo, ¿pasar 9 horas en pantalla? Impensable.

Atrás quedaron los tiempos en los que la comunicación era a través de cartas manuscritas, palabras, oraciones con sentido en las que en muchas de ellas estaban impregnadas de sentimiento, pues éste último queda inmerso dentro de la imagen que desean enviar y que con ello muestran el interés de intercomunicación entre los consumidores.

Y así, consecutivamente a través del uso de tecnologías de la información es que la sociedad ha ido transitando hasta llegar al punto inevitable del tema conocido como inteligencia artificial, herramienta en la que cada vez más personas tendrán acceso y en la que preocupa que es un tema que aún no está legislado ni regulado y pareciera que no se tiene idea por dónde empezar.

A través de sistemas de inteligencia artificial se pretende optimizar el tiempo para tomar decisiones más acertadas, informadas, la utilización de recursos burocráticos, mejorar las condiciones de los ciudadanos y eficientar los procesos.

Sin embargo y como en todo, existe un contrapeso que limita la implementación real del uso de inteligencia artificial y que puede afectar si es que no se regula con precisión, sobre el perjuicio que puede suscitarse como la dependencia tecnológica, problemas de plagio, el mal uso de los datos personales, robo de identidad, mal uso de datos sensibles y demás delitos cibernéticos a los cuales ya se encuentra la sociedad expuesta en menor y en mayor rango de edad.

El reto es sacar el mayor provecho del uso de las tecnologías y al mismo tiempo ir tomando las provisiones necesarias para evitar riesgos mayores, pues así como el teléfono y las redes sociales, inteligencia artificial querrá ser el protagonista de la historia y está en nosotros, a través de una minuciosa legislación en la que se limiten los daños y las extorsiones y se expandan los beneficios para todos, es como podremos decir que la sociedad se encuentra preparada para lo que inevitablemente llegará, pero por ahora será bueno reflexionar sobre el modo de lenguaje visual utilizado para rescatar lo que jamás debiera perderse, el poder de las palabras.

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