El exorcista del papa

Ha visto la luz en días recientes el ‘trailer’ de una película que recibirá en español el nombre de “El Exorcista del Papa” haciendo alusión al ya extinto sacerdote Gabriele Amorth, quien falleciera hace ya casi siete años en Roma, desempeñándose como el exorcista oficial de aquella diócesis -de ahí el que se le conozca como ‘el exorcista del Papa’-.

He manifestado anteriormente en este espacio que el tema del demonio me apasiona bastante. Y mi primer acercamiento a éste fue gracias al P. Amorth. Vi una entrevista que le hicieron en la RAI (televisión italiana) hace ya muchos años. Después leí su libro: “Habla un Exorcista”. En lo personal me entusiasmé mucho cuando supe que se haría una película sobre su vida, pero me entró la duda cuando supe que quien lo protagonizaría sería Russell Crowe. Se trata de un gran actor, por supuesto, pero tal vez por lo mismo, los recientes roles que le ha tocado desempeñar obedecen más bien a fines tendenciosos, tal como el que representó en la película “Noé”: Poco apegados a la verdad de las historias que inspiran sus guiones, para acabar pronto.

Lamentablemente creo que así será. Que el nombre del P. Amorth sólo le dio el pretexto a Hollywood para poner en pantalla otra espectacular fantasía de terror en la que los hábitos religiosos y la jerarquía y tradiciones de la Iglesia Católica vuelven a servir de moneda de cambio para vender boletos en taquilla. Pero, pues la industria cinematográfica para eso es, ¿qué le vamos a hacer? Como buen capitalista que soy, también, estoy consciente de que las pantallas de los cines y de la TV se hicieron para entretener, no para educar ni formar, y para generar riqueza en consecuencia.

Pero en lo personal creo que sí se le podría haber sacado jugo a LA VERDADERA vida del P. Amorth ya que su trayectoria como sacerdote y exorcista constituyen un gran legado para la fe y para la humanidad. Y, ¿por qué no decirlo? su narrativa experiencial en decenas de miles de exorcismos practicados buena tajada comercial podrían haber generado si a quien escribió el guion de la película le hubiese dado por apegarse más a la realidad y no a copiarse tramas tan trilladas como las de las sagas de los Avengers o de Star Wars.

Posiblemente vea la película ya que yo sí soy de los que enciende la TV para distraerse. Pero no creo que vaya a poder recomendarla, incluso desde ahora que me queda claro de qué va la cosa. Y para los que, como yo, decidimos decepcionarnos por anticipado, si usted desea conocer más del tema le recomiendo a ojos cerrados conseguir el libro “Summa Daemoniaca” del sacerdote español José Antonio Fortea, otro gran exorcista a quien la vida me regaló la maravillosa oportunidad de conocer hace ya casi veinte años.

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