Cuenta hasta tres

Juan Carlos Ramos León.
Juan Carlos Ramos León.

Esta cuenta preventiva nos prepara siempre para el inicio de algo.

O lo que es lo mismo: “en sus marcas, listos, ¡fuera!”, o si usted se prefiere, luces roja, amarilla, ¡verde! Qué familiar nos suena esto. Esta cuenta preventiva nos prepara siempre para el inicio de algo, la mayoría de las veces una competencia en la que se da igualdad de oportunidades a los contendientes. El que sale antes generalmente es penalizado, pero el que sale después… comienza en desventaja.

Yo he comenzado a usar esa cuenta no para iniciar algo sino para más bien no iniciarlo. Evitar que suceda. Fue el sabio consejo que recibí de un buen amigo: “cuenta hasta tres”, pero despacio. Me observaba que, acompañar esta cuenta con inhalaciones profundas en igual número constituye un proceso que permite llevar oxígeno al cerebro para ayudar a nuestra mente a serenar las encendidas emociones y evitar así el proceder a actuar de forma tal que podríamos llegar a arrepentirnos. Y sí funciona.

Cuenta hasta tres antes de comprar aquello que no estás tan seguro de necesitar y que amenaza con comprometer tu presupuesto. Piensa en todas las cosas que tendrás que sacrificar para obtenerlo y medita si de verdad vale la pena. Considera, también, que corres el riesgo de convertirte en comprador compulsivo. Los escaparates de las tiendas siempre han sido altamente seductores. También los anuncios de los medios de comunicación o las redes sociales. Pero con el comercio electrónico la cosa se puso peligrosa como nunca lo había estado. Un par de “clicks” y ¡listo! Algunos centavos más pobre o endeudado, ¡pero con juguete nuevo!

Cuenta hasta tres antes de emitir un comentario sobre alguien. Pásalo por los tres filtros de Sócrates: 1. ¿Me consta? 2. ¿Es bueno? 3. ¿Es útil? Aquí hay que considerar el doble efecto que tiene el externar una opinión sobre alguien -o sobre sus actos-: Primero, el daño que puede causarse a su imagen. Difamación, lo llaman. Y segundo, el cómo queda uno mismo ante los demás por andar hablando a espaldas de otros. Eso tarde o temprano se vuelve en contra de uno mismo porque nadie va a confiarle sus cosas a quien considera que podría utilizar aquella información para hacerle daño. Chismosos, les dicen.

Y, por supuesto, cuenta hasta tres antes de ejercer violencia física o verbal en contra de quien sea, especialmente si es más débil que tú. ¿Sabes que podrías causar un daño irreparable con eso? Hay quienes se van quedando solos de a poco y cuando llegan a preguntarse la causa no son de sorprenderles las respuestas: Tú solo fuiste alejando de ti a aquellos que solamente se te acercaron para expresarte de alguna forma su cariño o a encontrar en tu brazo la fuerza que en ese momento necesitaban para sostenerse.

De manera que, la recomendación del día es: cuenta hasta tres. No se pierden más que tres segundos y sí es mucho lo que se gana.

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