Los idus de 1927
Ese año fue de reorganización, depuración y planeación para la siguiente elección presidencial.
Elecciones, revueltas y asonadas fueron la oportunidad para sustituir y desplazar a los actores políticos, sus grupos y facciones que luchaban por el poder y conducir al Estado, del México posrevolucionario. En 1927 gobernaba el país el Gral. Plutarco Elías Calles, su brazo político era el Partido Laborista México (el primer partido de masas surgido de la posrevolución en México), en Zacatecas eran los tiempos de las organizaciones obrero campesinas encabezadas por los laboristas que habían derrotado a la Confederación Democrática Zacatecana y gobernaban la entidad a través de Fernando Rodarte (un miembro distinguido del grupo acción, la elite dirigente de la CROM).
1927 fue un año de reorganización, depuración y planeación para la siguiente elección presidencial. En ese año el gobierno Callista había sorteado y vencido el intento de sublevación del Gral. Francisco Serrano, quien murió asesinado en octubre de 1927.
El Gral. Obregón planeaba la reelección, se había sofocado una revuelta y saldó las cuentas al interior del grupo gobernante, políticamente no había objeción a su retorno. Sin embargo, el Gral. Calles había potenciado durante su gobierno al Partido Laborista, a la CROM y a su líder Luis Napoleón Morones. El cromismo y el Partido Laborista gobernaban en varios estados, tenían senadores, diputados y secretarios de estado, y eran opositores a la candidatura del Gral. Obregón; Calles en su estrategia para contrarrestar la influencia del obregonismo y mantener un equilibrio hegemónico entre él y el Gral. Obregón, había fomentado la posibilidad de la candidatura presidencial de Napoleón Morones.
En Zacatecas, la elección federal de 1927, había fracturado las relaciones de interés de la elite laborista gobernante y sus alianzas regionales en el Estado, a ello se sumó la de la irrupción de la candidatura del Gral. Álvaro Obregón quien pretendió la reelección, para lo cual se reformo la Constitución. Los laboristas en la Cámara de Diputados acataron la instrucción de votar la reforma constitucional para la reelección, el orador principal fue Vicente Lombardo Toledano, quien justifico la reelección. Por Zacatecas votaron a favor los diputados: J. Jesús Delgado, Lamberto Elías, y Joel Morales, todos dirigentes cromistas y laboristas. Consumada esta fase y definida la posibilidad del retorno de Obregón, comienza la etapa de las negociaciones y alianzas para la próxima elección presidencial; la elección de senadores, diputados federales, gobernador del Estado, diputados locales y presidentes municipales de 1928.
Los laboristas zacatecanos, ya habían definido a su candidato a gobernador, al contador Alfonso Medina Castañeda, líder agrarista y líder de la Confederación Sindicalista de Obreros y Campesinos del Estado de Zacatecas, así como ex diputado local. Ello representaba la consolidación de la hegemonía política de un grupo y sus alianzas regionales, el grupo libertario emancipación.
En el nuevo escenario liderado por el Gral. Obregón, los grupos laboristas aun no definían cómo y con qué elementos se sumaban a la candidatura presidencial; había resistencias para el apoyo total. Sin embargo, los otros grupos locales que disputaban el poder político a los laboristas se apresuraron a lanzar la campaña pro obregonista y tenían su propio candidato a gobernador Guillermo C. Aguilera. En ese contexto la elección de 1928 no solo definía la presidencia de la república, la gubernatura del Estado, las diputaciones, senadurías y las presidencias municipales, sino la consolidación y unidad de un grupo político. Sin embargo, esa elección dejaría secuelas políticas: la división y ocaso de los laboristas, una nueva hegemonía política, una nueva alianza con el centro, el primer juicio político a un gobernador y el nacimiento de un partido.
Nota. En la próxima colaboración abordaremos la elección de 1928 (paradojas y continuidades).