
Rafael Sánchez Andrade.
A continuación, se presentan estos aspectos y algunas sugerencias relacionadas.
Las “Sugerencias que contribuyan a la mejora continua de la educación inclusiva en educación básica y educación media superior” presentan cuatro aspectos que requieren mejora. A continuación, se presentan estos aspectos y algunas sugerencias relacionadas.
El primer aspecto se refiere a la persistencia de desigualdades en las condiciones de las escuelas y planteles de educación básica (EB) y educación media superior (EMS), lo que acentúa las dinámicas de inequidad y discriminación en el Sistema Educativo Nacional (SEN). Esta desigualdad se manifiesta de diversas maneras. Por ejemplo en la EMS, el 46% de los planteles estatales carecen de servicios básicos.
Para disminuir estas desigualdades, se propone fortalecer las acciones de política educativa orientadas a mejorar las condiciones de los distintos servicios y/o subsistemas de EB y EMS, con el fin de garantizar que niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAJ) tengan acceso a una educación equitativa con justicia social. Cabe destacar que, en 2025, los planteles de EMS recibirán 9, 040 millones de pesos del Programa La escuela es Nuestra.
El segundo aspecto que destaca MEJOREDU se refiere a la persistencia de formas de organización y funcionamiento escolar rígidas, que no consideran la diversidad de características, intereses, expectativas, potencialidades y experiencias de vida de NNAJ.
Para mejorar la organización y el funcionamiento escolar, se proponen acciones más participativas, colaborativas y horizontales, en las que los integrantes de la comunidad educativa asuman un papel fundamental en la transformación de la educación. Entre estas acciones, se recomienda revisar periódicamente los contenidos establecidos en los programas del Marco Curricular Común de EMS.
El tercer aspecto se refiere a la persistencia de prácticas escolares y relaciones pedagógicas sustentadas en el individualismo y la competencia, situación que limita la construcción de un sentido comunitario y del bien común.
Se propone fortalecer el sentido humanista y comunitario de la educación a través de políticas, programas y disposiciones educativas que fomenten la participación, el aprendizaje, la formación integral de cada NNAJ y el bienestar colectivo en EB y EMS. Entre las acciones sugeridas se encuentran la promoción de encuentros, eventos culturales y académicos que fomenten el diálogo y la toma de decisiones consensuadas, teniendo en cuenta las características, condiciones, necesidades e intereses de NNAJ.
El cuarto aspecto se refiere a la prevalencia de enfoques punitivos en las políticas y programas orientados a atender la violencia escolar, impidiendo revertir los riesgos y sus impactos negativos en la formación integral de NNAJ y la salvaguarda de su dignidad.
Para disminuir los riesgos de la violencia escolar, se propone involucrar a toda la comunidad educativa en la creación de espacios escolares donde se fomenten interacciones respetuosas que promuevan el bienestar y buen trato de NNAJ. Se recomienda promover acciones de acompañamiento pedagógico que permitan a los docentes cuestionar, visibilizar y transformar prácticas y actitudes excluyentes, discriminatorias y desiguales que vulneran el derecho a la educación de NNAJ.
Es fundamental que la comunidad educativa considere y adapte estas sugerencias a su contexto, implementando aquellas que sean factibles y beneficiosas para su entorno.