¿Hablarán AMLO y Biden de lo que amenaza a 37 millones de mexicano-estadounidenses?

Eduardo Ruiz-Healy.
Eduardo Ruiz-Healy.

Los cambios en la composición étnica de Estados Unidos exacerban el racismo de un sector de la población blanca que teme perder sus supuestos privilegios económicos y sociales. Los grupos étnicos minoritarios han ido aumentando su presencia y hoy, de los 328 millones de habitantes que tiene EEUU, poco más de 60 millones son hispanos, … Leer más

Los cambios en la composición étnica de Estados Unidos exacerban el racismo de un sector de la población blanca que teme perder sus supuestos privilegios económicos y sociales.

Los grupos étnicos minoritarios han ido aumentando su presencia y hoy, de los 328 millones de habitantes que tiene EEUU, poco más de 60 millones son hispanos, 41 millones son negros, casi 19 millones son asiático-americanos y 596 000 son nativos de Hawái y de las islas del Pacífico.

Si bien los 207 404 000 blancos representan el 63% de la población, ese porcentaje se está reduciendo porque las minorías crecen más rápidamente que ellos.

De 2000 a 2019 la población latina e hispana aumentó un 70%, los asiático-estadounidenses un 81% y la negra un 20%. En ese mismo periodo la población blanca creció solo un 1.0%.

Conforme pasen los años la influencia económica, política y social de los latinos e hispanos aumentará y con ello la de los mexicanos o descendientes de mexicanos que hoy suman poco más de 37 millones de personas.

Y ese aumento de influencia y poder de latinos e hispanos (y de la mayoría de ellos que son mexicano-estadounidenses), provocará un mayor número de actos violentos de una minoría blanca racista, radicalizada y armada que no acepta que morenos, negros y amarillos ocupen posiciones de relevancia económica, política y social que durante siglos les fueron negados.

Un número cada vez mayor de estos racistas suscribe la desacreditada teoría del gran reemplazo que la Encyclopaedia Britannica define como “en los Estados Unidos y algunos otros países occidentales cuya población es mayoritariamente blanca, una teoría de la conspiración de extrema derecha que alega, en una de sus versiones, que las élites nacionales o internacionales de tendencia izquierdista, por iniciativa propia o bajo la dirección de cómplices judíos, intentan reemplazar a los ciudadanos blancos con inmigrantes no blancos (es decir, negros, hispanos, asiáticos o árabes). La mayor presencia de inmigrantes en los países blancos, como dice la teoría, en combinación con sus tasas de natalidad más altas en comparación con las de los blancos, permitirá que nuevas mayorías no blancas en esos países tomen el control de las instituciones políticas y económicas nacionales, para diluir o destruir las culturas y sociedades distintivas de sus países anfitriones, y eventualmente eliminar las poblaciones blancas de los países anfitriones. Algunos seguidores de la teoría del reemplazo han caracterizado estos cambios previstos como ‘genocidio blanco’”.

El tirador blanco de extrema derecha de 22 años que el 3 de agosto de 2019 mató a 23 personas e hirió a otras 23 en una tienda Walmart en El Paso (Texas), en lo que ha sido el ataque más letal contra latinos en la historia moderna de EEUU, cree en esta ridícula teoría.

Durante los últimos años han aumentado los actos de violencia y la brutalidad policial en contra de las minorías, entre ellas la mexicana-estadounidense.

¿En su reunión del 12 de julio con el presidente de EEUU Joe Biden, hablará el presidente Andrés Manuel López Obrador de esta amenaza a la vida y el bienestar de 37 millones de mexicano-estadounidenses? ¿Buscarán ambos cómo enfrentar y neutralizar a los adherentes a la teoría del gran reemplazo?




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