Hablando de Huracanes

Raúl Muñoz del Cojo.
Raúl Muñoz del Cojo.

Siempre que escuchamos en las noticias que un huracán llegará a tocar territorio nacional la realidad es que como Zacatecanos desconocemos el impacto real que llega a tener en tierra, y por esto, creo vale la pena enterarnos un poco más de las devastadoras consecuencias de los mismos. Le comento que hace muchos años salimos … Leer más

Siempre que escuchamos en las noticias que un huracán llegará a tocar territorio nacional la realidad es que como Zacatecanos desconocemos el impacto real que llega a tener en tierra, y por esto, creo vale la pena enterarnos un poco más de las devastadoras consecuencias de los mismos. Le comento que hace muchos años salimos de vacaciones y nos tocó un huracán en Cozumel, donde de lo poco que recuerdo es el impresionante sonido del viento al encararase con las estructuras del refugio donde estábamos, por fortuna el desenlace fue positivo, los daños graves y la isla fuertemente afectada.

La ubicación geográfica y la extensión territorial de nuestro país nos ubica como uno de los países con mayor biodoiversidad y con una gran variedad de ecosistemas así como climas que nos hacen un verdadero paraíso turístico, pero como todo debe de ser equilibrado, el estar entre el océano pacífico y el Atlántico nos ubica también en el centro de la mira para la recepción de huracanes.

Para muestra le comento la llegada de la tormenta tropical Gamma hace unos días a Cancún y el huracán Delta que se pronosticaba como devastador para el paraíso tropical.

Un huracán según la Conagua es una amplia zona de baja presión y se considera una zona de inestabilidad del clima que trae consigo nublados, lluvias, tormentas eléctricas y rachas de viento originados en el mar en forma de remolino, mismo que con los vientos aumenta la marea y causa daños significativos al tocar tierra.

Los huracanes son la etapa de mayor intensidad de los ciclones tropicales y presentan vientos de 118 km/h o más.

Las categorías en las que se dividen según la escala de Saffir-Simpson son las siguientes.

  • Categoría 1 con vientos de 119 a 153 km/h.
  • Categoría 2 con vientos de 154 a 177 km/h.
  • Categoría 3 con vientos de 178 a 208 km/h.
  • Categoría 4 con vientos de 209 a 251 km/h.
  • Categoría 5 con vientos mayores a 252 km/h.

Las alertas que se dan por parte de las autoridades se llama sistema de alerts para ciclones tropicales y contempla 5 rangos los cuales están representados por colores específicos, por ejemplo el color azul representa alerta mínima, el verde peligro bajo, el amarillo peligro moderado, la naranja peligro alto y se habilitan refugios para la gente y la roja donde prácticamente se prohíbe la salida de las casas o refugios.

Cabe reconocer que los sistemas de protección civil siempre han ayudado a mantener a la población a salvo ante cualquiera de estos fenómenos, pero con todo y esto nuestro país ha sido afectado severamente por estos desastres naturales los cuales han terminado fuera de los daños materiales con la vida de muchas personas y vale la pena no olvidar cuales han sido los fenómenos naturales que más han golpeado a las zonas turísticas de México en los últimos años.

El huracán Liza golpeó a Baja California en 1976 y se considera como el peor desastre natural en la historia del estado ya que afectó a Cabo San Lucas y San José Del Cabo con inundaciones severas.

Desafortunadamente en La Paz y por el desbordamiento del arroyo El Cajoncito destruyó lo que encontró a su paso y le costó la vida a más de 2 mil personas.

Otro huracán que arrasó con destinos como Acapulco, Puerto Escondido y Huatulco fue Paulina en 1997, donde nada más en Guerrero dejó 300 mil damnificados, 150 desaparecidos y un par de centenares lesionados. Recuerdo la famosa Costera de Acapulco devastada en su totalidad y con muchas víctimas.

Gilberto por su parte en 1988 y a la fecha se lleva el récord del más intenso hasta el momento. Este huracán tocó tierra en Cozumel con vientos de más de 280 km/h. Causó la muerte de 170 personas, hundió un gran número de barcos y dejó sin hogar a más de 60 mil familias.

Odile en 2014 llegó a tierra nacional por Cabo San Lucas dejando un saldo de 15 muertos y a millares de turistas varados. Dentro de los estragos más graves de este huracán fue el dejar sin energía eléctrica a toda BCS por casi dos semanas. Vale la pena recordar el trabajo del personal de la CFE para reactivar el servicio eléctrico, mismo que actualmente no sé si se podría repetir.

Y como no hay exclusividad en esto, le comento que en Tamaulipas en 1955 recibieron a Hilda, dejando un saldo de 12 mil damnificados 600 heridos y 12 muertos. También fue afectada con este fenómeno natural la región de la Huasteca y Veracruz.

Lo mejor de todo es que con estas experiencias y el paso del tiempo, los estados vulnerables a la recepción de estos fenómenos cada día están mejor preparados y aunque el huracán sea muy fuerte, cada vez son menos víctimas las que vemos. Me gustaría por esta vía felicitar a los elementos de Protección Civil de todos estos estados.

Finalmente recordarle lo débiles que somos ante la furia de la naturaleza y, si se queja de nuestros vientos en febrero y marzo, sepa que en otros lugares siempre pega más fuerte. Sea cuidadoso en la época que elija para sus vacaciones ya que un huracán puede ser para su familia un verdadero dolor de cabeza. Hasta la próxima.




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