Fondo Minero y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

A partir de la reforma fiscal negociada en 2013, en 2014 se estableció el pago de derecho especial adicional extraordinario para las empresas mineras, mejor conocido como Fondo Minero. Lograr la aprobación de este fondo en la Cámara de Diputados y Senadores fue una tarea sumamente difícil, debido a la oposición de las grandes mineras … Leer más

A partir de la reforma fiscal negociada en 2013, en 2014 se estableció el pago de derecho especial adicional extraordinario para las empresas mineras, mejor conocido como Fondo Minero.

Lograr la aprobación de este fondo en la Cámara de Diputados y Senadores fue una tarea sumamente difícil, debido a la oposición de las grandes mineras nacionales e internacionales por pagar este nuevo impuesto.

Finalmente, luego de días de cabildeo, se logró obtener el visto bueno de los representantes de las mineras al comprometerse a que dicho fondo no sería utilizado para gasto corriente, publicidad, sueldos, ningún gasto superfluo.

El compromiso de los diputados y senadores fue que el 100 % del Fondo Minero sería utilizado para obras de infraestructura social que permitirán elevar la calidad de vida en los pueblos y comunidades donde se extraía algún tipo de mineral.

Uno de los argumentos más fuertes fue que una vez que se agotaban los minerales, en los pueblos mineros sólo quedaban socavones y desempleo, y el fondo buscaría regresar algo de lo extraído.

Se buscó que las comunidades mineras obtuvieran un beneficio más allá del empleo temporal que la minería generaba.

Por eso el Fondo Minero iba directamente a esos pueblos, para que realizaran obras como calles hospitales, unidades deportivas, comedores, plantas potabilizadoras de agua y todo aquello que dejar algún tipo de beneficio social a los municipios mineros.

Los resultados fueron notorios, tan solo en el primer año se recaudaron más de 2 mil millones de pesos, y para 2020 se estimaba recaudar casi 4 mil 700 millones de pesos; sin embargo, ese recurso ya no llegará a los pueblos mineros.

Comparado con el presupuesto del gobierno federal, 4 mil 700 millones de pesos no es mucho; sin embargo, para municipios como Mazapil, Fresnillo o Sombrerete pueden ser la diferencia entre tener un hospital o una clínica que atienda a los más vulnerables.

Lamentablemente y como lo advertimos hace semanas, el fondo no será entregado a los municipios y se administrará de manera directa por el gobierno federal, es una lástima que la Cámara de Senadores haya dado la espalda así a los municipios donde se extrae mucha riqueza a cambio de prácticamente nada.

Punto Final

Quitar el fondo minero solo agudiza “el drama de la minería en México”.




Más noticias


Contenido Patrocinado