El 6 de junio, ¿prevalecerá la lógica o la ilusión?

Eduardo Ruiz-Healy.
Eduardo Ruiz-Healy.

Antes de decidir por quién votar, una persona debe preguntarse si su situación actual es mejor, igual o peor de la que era antes de que llegara al poder el partido dominante. El 1 de septiembre de 2018 MORENA y sus aliados se hicieron del control de ambas cámaras del Congreso de la Unión y … Leer más

Antes de decidir por quién votar, una persona debe preguntarse si su situación actual es mejor, igual o peor de la que era antes de que llegara al poder el partido dominante.

El 1 de septiembre de 2018 MORENA y sus aliados se hicieron del control de ambas cámaras del Congreso de la Unión y el 1 de diciembre de ese año, el fundador de ese partido, Andrés Manuel López Obrador, asumió la Presidencia de la República.

El domingo entrante, quienes acudamos a las urnas tendremos la oportunidad de manifestar nuestra conformidad o disconformidad con la gestión que han tenido nuestros actuales legisladores federales y locales, nuestros alcaldes o presidentes municipales y, en 15 estados, nuestros gobernadores.

Muchos premiaremos o castigaremos mediante nuestros votos a aquellos partidos y políticos que consideremos que hicieron bien o mal su trabajo.

Por ejemplo, ¿votaremos por un partido cuyas políticas económicas, tanto al nivel federal como estatal y municipal, lejos de mejorar nuestros ingresos, los disminuyeron?

Comparemos los niveles de ingresos de la población ocupada durante el cuarto trimestre de 2018 con los del primer trimestre de este año, actualizado al 17 de mayo pasado por el INEGI con base en las encuestas Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE)  y Nacional de Ocupación y Empleo (Nueva edición) (ENOE-N).

Personas ocupadas

4° 2018: 54 millones 194 mil 608 / 1° 2021:  52 millones 973 mil 270. O sea que un millón 221 mil 338 se quedaron sin ocupación, una baja del 2.25%.

Personas ganando hasta un salario mínimo mensual

4° 2018: 8 millones 663 mil 936 / 1° 2021: 13 millones 409 mil 568. Un aumento de 4 millones 745 mil 632 personas o el 54.8%.

Personas ganando más de uno hasta dos salarios mínimos mensuales

4° 2018: 15 millones 38 mil 091 / 1° 2021: 19 millones 62 mil 560. Un aumento de 4 millones 24 mil 469 personas o el 26.8%.

Personas ganando más de tres hasta cinco salarios mínimos mensuales

4° 2018: 6 millones 921 mil 736 / 1° 2021: 3 millones 273 mil 699. Una reducción de 3 millones 648 mil 037 personas o el 52.7%.

Personas ganando más de cinco salarios mínimos mensuales

4° 2018: 2 millones 456 mil 938 / 1° 2021: un millón 174 mil 676. Una reducción de un millón 282 mil 262 personas o el 52.2%.

¿Qué nos indican estos números? Pues que: 1) aumentó la desocupación (que incluye trabajos formales e informales); 2) se incrementó el número de personas que ganan menos y; 3) disminuyó el número de los que ganan más. El resultado es que desde el cuarto trimestre de 2018 al primero de 2021 se dio un empobrecimiento general de la población, tanto del mal llamado pueblo bueno y sabio que supuestamente defiende el gobierno de la 4T, como de los mexicanos que también forman parte del pueblo, pero que los dirigentes de la 4T insisten en diferenciar al calificarlos como conservadores, neoliberales o fifís.

Así las cosas, lo lógico sería suponer que el próximo domingo, los votantes, según sientan cómo va la salud de sus finanzas personales, premiarán o castigarán a los candidatos de los partidos responsables de diseñar las políticas económicas que rigen en el país, sus estados y municipios.

Habrá que ver si dentro de unos días se impone la lógica de la cartera personal o si prevalece la ilusión de que las cosas, tarde o temprano, milagrosamente mejorarán.




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