El 2021

El 2021 va a ser un año decisivo para el futuro de México. Cierto, venimos de un pasado reciente en el que se cometieron errores graves y abusos injustificables. Pero el régimen presente no está siendo mejor. De hecho, como lo demuestran las cifras, ha resultado peor todavía. Por eso, necesitamos ofrecer al país un … Leer más

El 2021 va a ser un año decisivo para el futuro de México. Cierto, venimos de un pasado reciente en el que se cometieron errores graves y abusos injustificables.

Pero el régimen presente no está siendo mejor. De hecho, como lo demuestran las cifras, ha resultado peor todavía.

Por eso, necesitamos ofrecer al país un proyecto viable que sí conduzca hacia unas condiciones más prósperas para todos. Tal tarea no puede depender de un solo individuo; requiere de liderazgos múltiples que se ejerzan en los distintos escenarios sociales.

No necesitamos de un mesías milagroso, sino de mujeres y hombres capaces que apliquen sus conocimientos y destrezas en favor de su comunidad. Un factor importante que está pasando factura al actual gobierno federal es la
creencia, bastante errónea, de que no hace falta ser experto en un tema para dar resultados. Los datos reales,
no “los otros“, evidencian que se equivocan.

La propuesta es, por tanto, llevar a la gente que sí sabe a los lugares donde se toman las decisiones. Sin duda, el saber es poco útil si no se aplica para la realización de un bien. De ahí que no sólo debamos fijarnos en la capacidad sino también en la probidad de las personas.

Y más aún, como demócratas auténticos, en el fortalecimiento de los contrapesos.

Los políticos de la vieja guardia, y López Obrador vaya que lo es, suelen rodearse de aduladores y aplaudidores.

Quienes apostamos a una nueva manera de hacer política para dignificarla, nos rodeamos de personas críticas y reflexivas.

Nos gusta que nos digan en qué nos equivocamos para aprender y rectificar. El diseño institucional en México, incluidos los estados y los municipios, está planteado para que haya esos contrapesos indispensables para un buen gobierno.

Por desgracia han sido más bien ignorados y actualmente, incluso, los están destruyendo. Hagamos lo que nos toca para impedirlo. Si queremos que el futuro sea realmente bueno, este 2021 otorguémonos gobiernos que de verdad le
apuesten a la democracia y legisladores que protejan y fortalezcan el Estado de Derecho.

¡Feliz y próspero 2021!

¡Vivámoslo con energía!




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