Debo decirlo… Una amenaza, una juez, una presidenta…

La reforma al poder judicial ha sido uno de los capítulos más difíciles que ha tenido que enfrentar el proyecto de la cuarta transformación, pues sin duda, que es ahí donde se resguardan los últimos vestigios del régimen que se pretende desterrará de la vida pública de nuestro país y por ende, sus defensores más férreos están atrincherados en este espacio de poder a piedra y mezcla sin ceder, o cuando menos hacer las cosas más complicadas al nuevo régimen que se pretende instaurar, de ahí que estemos viviendo cosas inéditas en la vida pública y política en nuestro país.

Sin duda que la lucha por el cambio de régimen en nuestro país la estrategia de la cuarta transformación ha sido las más exitosa, nos guste o no, pues en poco más de seis años han tomado el control y a través de los cauces constitucionales de dos, de los tres poderes del Estado mexicano y consecuentemente han iniciado la reforma y/o transformación del poder Judicial.

Como podemos apreciar en la escena política nacional, varios de sus actores principales ya han ido desapareciendo del escenario e incluso algunos de ellos ya se encuentran en pláticas y negociaciones con el nuevo régimen, so pena de vivir en el aislamiento personal, empresarial, público y político y si no vean a Claudio X. González padre, ya anda deambulando por los pasillos de palacio nacional ante la caída y fracaso de una oposición que nunca se pudo conformar, ni tan siquiera integrar con una ideología propia, pues nunca supieron hacia donde iban, con cada estrategia fallida y caricaturesca  en su actuar y con líderes de las tres fuerzas políticas que la conformaron que hoy en día su protagonismo ha venido desapareciendo, a tal grado que nadie aparece o da la cara de manera contundente en defensa del poder judicial, pues solo son los trabajadores (quizá los menos afectados por la reforma) y uno que otro legislador panista quienes están al frente de esta lucha y resistiéndose al cambio obligado que habrá de formalizarse en breve.

En el ámbito  jurídico la reforma se ve obstaculizada mediáticamente por las distintas acciones interpuestas por quienes buscan impedir el avance e implementación de esta, pues las demandas, recursos y acciones carecen de eficacia y pertinencia jurídica lo que da muestra de una falta de estrategia en la lucha por la defensa del poder judicial desde su origen, pues quien está al frente de este poder, nunca ha dado muestras de la más mínima sensibilidad política, por el contrario la soberbia y sus desplantes de prepotencia agravaron más su inevitable caída.

La reforma al poder judicial, nos guste o no es una decisión constitucionalmente pertinente porque está hecha en base a lo que establece la constitución general de la república y, consecuentemente, no admite impugnación alguna, no admite revisión por ningún otro órgano del estado y por tanto es insuspendible por medio alguno de control judicial, porque la constitución nunca es contradictoria consigo misma, así entonces, ninguno otro órgano puede estar por encima de nuestra constitución.

Aún faltan cosas por ver, pero nos las ve quien no quiere verlas, La amenaza que hace de desacato una Juez federal a la Presidenta de la República, no solo son tiempos de mujeres, son cosas que no habíamos visto en la historia de esta País. Es pues necesario que para lograr revertir cualquier cambio en la vida de una nación, es indispensable él trabajo político para que de acuerdo al estado de derecho puedan acceder a trasformar un país, esto con la participación indispensable del pueblo.

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