Debo decirlo… Las políticas públicas de desarrollo económico nacional

Hoy en la 4T estamos presenciando un cambio significativo en el rompimiento de paradigmas en el desarrollo e inversión de las regiones del país.

El desarrollo económico e industrial del país a lo largo de los últimos cincuenta años, se ha concentrado básicamente en la zona norte y centro-bajío de nuestra nación, lo que ha significado un atraso evidente en algunos estados de la República como lo son Zacatecas, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Guerrero, Morelos, Tlaxcala, Yucatán, Tabasco, Campeche, Chiapas, Colima y Michoacán.

Esto se debe principalmente, desde mi punto de vista, a la prioridad en la agenda del grupo político que arriba al poder, independientemente de su filiación o partido político, pues en muchos de los casos, obedece a la influencia de grupos económicamente poderosos que determinan a conveniencia y/o estrategia el desarrollo de determinada región del país. Sin duda, que en esto también tiene que ver en mucho sus recursos naturales y su ubicación geográfica y ello, no siempre es el factor que determina la elección en la definición de inversiones importantes de cada región.

Hoy en la 4T estamos presenciando un cambio significativo en el rompimiento de paradigmas en el desarrollo e inversión de las regiones del país, pues el actual Gobierno le ha apostado con uno de sus principales proyectos sexenales como lo es el Tren Maya que abarca en su trayectoria a algunos de los estados que referimos al inicio como Chiapas, Tabasco, Yucatán, Campeche y Quintana Roo. En donde se verán beneficiada la conectividad entre los estados, facilitando la comunicación y el trasporte de personas y mercancías así como el desarrollo del turismo de una región con un gran potencial en ese ámbito.

De igual forma y no menos importante, otro de los proyectos sexenales en esta región lo es el Corredor Transístmico, que consiste en un proyecto de infraestructura que permitirá una conexión logística entre el Pacifico y el Golfo de México, lo que atraerá el tráfico de mercancías e instalación de industria, generando con ello, empleo y desarrollo en los estados de Veracruz y Oaxaca.

Todo lo anterior liderado por una política y recursos de la federación, que sin duda, reivindican a esta región del país, que durante años quedo marginada y hoy por fin encuentra una esperanza de sus pobladores de acceder a mejores niveles de vida y bienestar.

En Zacatecas las cosas no han cambiado en los últimos 80 años, ninguna política pública federal ha volteado a ver nuestra región, aquella que en algunos años significó la explotación más prospera en yacimientos mineros y extracción de grandes fortunas en oro y plata y que fueron y siguen emigrando a otros países.

Una región y un estado que no se ha visto beneficiado, no obstante sus recursos naturales, lo valioso de sus habitantes y su excelente ubicación geográfica, elementos que esperamos sean considerados para impulsar y/o desarrollar un proyecto por parte de la o el futuro Presidente de la República.

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