¿Ganar batallas para perder la guerra?

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Hay avances atribuibles a la mejor coordinación entre niveles de gobierno, pero el tema de temas es la corrupción e impunidad y la inseguridad es su fruto más podrido.

Podemos ganar batallas y perder la guerra ante la delincuencia organizada si en Zacatecas seguimos posponiendo enfrentar la corrupción. La impunidad consentida ha caracterizado la vida institucional sexenio tras sexenio.

No lo negamos, hay avances atribuibles a la mejor coordinación entre niveles de gobierno, pero el tema de temas es la corrupción e impunidad y la inseguridad es su fruto más podrido.

Novedad muy alentadora  proporciona el titular de seguridad pública en Zacatecas cuando  asevera que los puestos de vigilancia y control esparcidos en el territorio Zacatecano no se dejaron de cubrir durante los bloqueos del cártel de Sinaloa, eso significa que la interrupción espectacular del tránsito en carreteras ya no funciona como distractor para despejarle el paso a mercancías o jefes criminales, de allí se desprende que existe una fuerza de reacción inmediata lo suficientemente potente para atender la emergencia sin necesidad de dejar al descubierto las áreas sometidas a vigilancia permanente, hasta el domingo 5 de mayo el territorio zacatecano tiene asignado 1 mil 58, cuando antes los policías federales en el momento de mayor presencia, cabían en céntrico hotel del bulevard López Mateos y el contingente de marinos se alojaban en el gimnasio municipal de Fresnillo, estando muy lejos de alcanzar el nivel de cobertura territorial y la velocidad de respuesta actuales.

A semejanza del Cártel Jalisco Nueva Generación los integrantes del cártel de Sinaloa proceden de otros estados y eventualmente del extranjero, pues según la información oficial al respecto, de los 26 detenidos con motivo de estos hechos 22 proceden de otros estados y solo 4 son zacatecanos.

El tiempo y el número de detenciones indican progreso sustancial en las labores de inteligencia, dado que el gobierno de López Obrador decidió comenzar de cero una vez que midió la magnitud de la penetración de grupos criminales en dichas esferas.

Con la creación de la Guardia Nacional y la construcción de cuarteles de la misma en diversas partes del territorio se instala una capacidad de cobertura física policial territorial crecientemente amplia, con lo que se entorpece la libertad de movimiento que han tenido las células criminales durante tanto tiempo.

Echaron raíces

Cuando nos cayó el chahuistle de los grupos criminales disputándose nuestro territorio la federación destinó año tras año muchos millones para fortalecer los cuerpos policíacos municipales y estatales, para vigilar ciudades y carreteras mediante video cámaras, chalecos blindados, patrullas, etcétera ¿Cómo quieren que no se piense que gran cantidad de ese dinero fue a parar a los bolsillos de corruptos servidores públicos si después de varios años los ayuntamientos redujeron el número de policías y en prolongados períodos no contaron con un solo elemento?

¿Cuántos hechos delictuosos han sido aclarados gracias a las cámaras de video vigilancia en los últimos 20 años?

En Zacatecas se desarrolla la economía criminal durante las últimas décadas. Empezaron controlando carreras y peleas de gallos, usura, bares, ferias patronales, fayuca y demás actividades al borde la ilegalidad, el cobro de piso alguna vez se le cobraba a los de otras bandas criminales por pasar la mercancía por “su territorio”, pronto les impusieron el cobro a presidentes municipales, luego empezaron a afectar a la “sociedad civil” imponiendo el cobro semanal a farmacias, abarrotes, restaurantes y en estos momentos en algunas regiones son los que se quedan con lo que el simple mortal paga por un permiso para un baile, ellos condicionan la apertura de un negocio y obligan a los ganaderos a pagar una cantidad por cada animal que ponen en venta.

Economía criminal, fruto podrido de la corrupción

Las bandas criminales son políticamente pragmáticas, les da igual un partido u otro, lo importante es que el que llegue acepte “apalabrarse” por una respetable “mochada” y si de plano tiene escrúpulos morales o miedo a comprometerse, que simplemente haga de cuenta que no se entera de nada.

Equivocamos el enfoque si suponemos que se acaba el problema aniquilando o desterrando de nuestro territorio a los cárteles que se disputan ferozmente el control de la plaza, si algo hemos aprendido estos años es que unos se van y otros llegan mientras seamos paso obligado de la droga hacia Estados Unidos.

Desarraigar la corrupción en la política local es requisito obligado para desarraigar de la economía local la implantación mediante la extorsión de bandas delictivas.

La delincuencia común puede existir con gobiernos honestos, la delincuencia organizada no existe sin vinculaciones con el poder público.

¿Conoce usted a algún candidato a lo que sea del partido que sea que asuma el papel que juega la corrupción en los males de los zacatecanos y que esté dispuesto a jugársela porque eso termine?

Yo tampoco.

Mientras seguiremos ganando batallas, no la guerra.

Nos encontramos el lunes en Recreo

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