Carlos Acutis

Juan Carlos Ramos León.
Juan Carlos Ramos León.

Permítanme presumirles, amigos que me leen, que en la Iglesia Católica estamos de manteles largos. Así es, resulta que este próximo sábado 10 de octubre será celebrada una ceremonia en la que será declarado “beato” el joven italiano Carlo Acutis, fallecido en el año 2006 a causa de leucemia fulminante. Cuando los fieles católicos de … Leer más

Permítanme presumirles, amigos que me leen, que en la Iglesia Católica estamos de manteles largos. Así es, resulta que este próximo sábado 10 de octubre será celebrada una ceremonia en la que será declarado “beato” el joven italiano Carlo Acutis, fallecido en el año 2006 a causa de leucemia fulminante.

Cuando los fieles católicos de determinada diócesis consideran que uno de los miembros de su comunidad, -después de fallecido éste- es meritorio de reconocimiento por su vida ejemplar solicitan a las autoridades eclesiásticas iniciar un proceso para declararlo santo. Y declarar santo a un difunto es una responsabilidad grandísima puesto que para nosotros, los católicos, eso significa afirmar con total certeza que aquella persona se encuentra, sin duda, en el Cielo, gozando de la presencia de Dios.

Y es éste el caso de Carlo Acutis quien desde temprana edad dio muestras de ser un joven fuera de serie ya que, a pesar de que sus padres no eran tan allegados a las prácticas religiosas de su fe católica, él pidió hacer su primera comunión apenas a los siete años, asistía a misa y rezaba el rosario todos los días, defendía a sus compañeros del acoso escolar, asistía a los pobres y los desamparados con sus propios ahorros y lanzó varios sitios de Internet dedicados a la promoción de sus creencias en la Eucaristía a la que denominó, en sus propias palabras “su autopista hacia el cielo”.

La curación milagrosa de un niño brasileño es lo que ha favorecido su próxima beatificación.

Es totalmente reconfortante saber que todavía hay corazones que saben escuchar la voz de su creador y remar a contracorriente, es como un ¡claro que se puede! La vida de Carlo Acutis me devuelve la fe en la juventud, tan extasiada y a la vez adormecida en los placeres materiales y las vanidades de un mundo cada vez más superficial.

Tal parece que el mundo nos regala testimonios como el de este gigante para que nos pongamos de pie, limpiemos nuestras lágrimas, aplaudamos con fuerza y retomemos el rumbo hacia arriba, hacia lo más alto. ¡Gracias por Carlo Acutis!

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