Bolsas II y Punto Final

La semana pasada escribí sobre la prohibición y regulación de bolsas de plástico en decenas de ciudades en México, comenté que las nuevas regulaciones traerían más problemas que beneficios.

 

Algunos amigos lectores me hicieron saber que mi postura era antiecológica, sin embargo, pudimos recordar y documentar que hace poco más de 30 años la medida fue exactamente al revés.

 

Y en el mundo occidental se generó una campaña internacional para prohibir las bolsas de papel y pasar a las bolsas de plástico.

 

Esta medida ecológica ochentera suplicaba abandonar las bolsas de papel que eran caras de producir, difíciles de almacenar y de un solo uso, sí, decían que la bolsa de papel era incapaz de aguantar temperaturas extremas, lo que impedía que se reutilizaran.

 

Las campañas aseguraban que mientras las bolsas de papel solo podían usarse una vez, las de plástico aseguraban hasta diez usos, y que por sus polímeros eran biodegradables.

 

En todo el mundo se vendió esa idea, por lo que las grandes cadenas de autoservicio emigraron de las bolsas de papel a las de plástico como una medida ecológica.

 

Vale resaltar que en estos tiempos el plástico que se utilizaba en las bolsas era mucho más contaminante que el actual.

 

Entonces, para cuidar el medio ambiente qué hacemos, ¿atendemos a la política ecologista que promueve el uso de bolsas de “fácil biodegradado”, o a la industria perversa del plástico que hace 30 años era la salvación del planeta?

 

Insisto, prohibición de bolsas de plástico es una política populista, en muy poco abona al cuidado del medio ambiente y los costos son mayores, si realmente quisieran hacer algo con el planeta, empezarían prohibiendo el pet, que tarda mucho más en biodegradarse, es más caro y cada botella de medio litro contamina más que 5 mil bolsas de plástico, soy un convencido de que hay que hacer algo por el medio ambiente ya, pero las políticas populistas no son la mejor vía.

 

Punto Final.

 

Hoy cumplo 12 años ininterrumpidos de publicar en este espacio. Mi gratitud con Luis Enrique Mercado, Luzma Hernández y toda la familia Imagen, de verdad gracias y sobre todo, gracias a Ustedes que me honran con su lectura.