Alguien

Hoy en la Opinión de Juan Carlos Ramos León.
Hoy en la Opinión de Juan Carlos Ramos León.

“Prepárese bien, m’hijo, para que sea alguien en la vida”. Eso solían decirnos nuestros padres en otra era, era en la que se prestaba mayor atención a valores que hoy permanecen escondidos. Pero esa acepción del término “alguien” adquiría un valor incalculable para nosotros, pues representaba un claro sinónimo de “éxito”. Llegar a ser “alguien” … Leer más

“Prepárese bien, m’hijo, para que sea alguien en la vida”. Eso solían decirnos nuestros padres en otra era, era en la que se prestaba mayor atención a valores que hoy permanecen escondidos. Pero esa acepción del término “alguien” adquiría un valor incalculable para nosotros, pues representaba un claro sinónimo de “éxito”.

Llegar a ser “alguien” significaba no ser “del montón”. Podría sonar un tanto elitista pero se convertía en un factor aspiracional que nos impulsaba a esmerarnos en nuestros deberes en la escuela y en la casa y a participar en esta y aquella competencia deportiva o cultural, con tal de ir siendo mejor que otros, con tal de llegar a ser “alguien”.

Pues bien, creo que nunca antes “alguien” ha sido un referente tan codiciado. En las redes sociales todo mundo escribe: “alguien recomiéndeme un buen restaurante” o “alguien que sepa dónde puedo conseguir tal o cual cosa”… Luego hay otro tanto de quienes se dan golpes de pecho por determinadas injusticias y exclaman “alguien debería hacer algo” o “alguien que le haga justicia”… Y, yo creo, entonces, que nunca como ahora le hemos cargado tantas responsabilidades al tal “alguien”, que a la mejor es por eso que ya nadie quiere serlo.

Detrás de esta actitud simplista de “alguien esto, alguien lo otro” se esconde una actitud cómoda y conformista de que sea otro quien me resuelva mi problema, que sea otro quien lo haga por mí o que sea otro quien asuma una responsabilidad que quizás a mí me corresponde, en todo o en parte. Pero yo no. A donde pretendo llegar es a caer en la cuenta de lo flojos y conformistas que nos hemos convertido.

Debemos de reflexionar un poco y considerar que tal vez yo puedo ser ese “alguien”. El simple hecho de que me dé cuenta de que algo no anda bien, es un claro llamado a ser “alguien”. Cambiemos nuestra mentalidad de la de “alguien haga algo” a la de “no hay nadie más, me toca a mí, yo soy ese alguien”. Y, un poco, así como era antes, prepararnos para ser “alguien” en la vida.

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