A posteriori del confinamiento

Gerardo Luna Tumoine.
Gerardo Luna Tumoine.

Incluso en estos tiempos todos los días tienen un minuto para echarnos de menos, extrañando las ganas de volver a reunirnos para reírnos con los amigos y seres queridos porque somos parte de la interdependencia de la humanidad. Muchas personas se han sentido incómodas por este el aislamiento forzado que ha acompañado a las respuestas … Leer más

Incluso en estos tiempos todos los días tienen un minuto para echarnos de menos, extrañando las ganas de volver a reunirnos para reírnos con los amigos y seres queridos porque somos parte de la interdependencia de la humanidad.

Muchas personas se han sentido incómodas por este el aislamiento forzado que ha acompañado a las respuestas de la pandemia.

Las personas aisladas no han podido conocer a otras personas de la forma en que estaban acostumbradas. Se ha descubierto que el aislamiento no solo ha llevado a la tristeza y el arrepentimiento, sino que ha permitido a las personas desarrollar un sentido más agudo de lo que es importante para ellos.

Los países en los que vivimos eran más o menos independientes unos de otros. La gente vivía en aldeas que eran bastante autosuficientes. Entonces, las palabras “nosotros” y “ellos” se refieren a un pequeño círculo de personas, hoy, la realidad es diferente.

El calentamiento global nos dice que todos somos iguales viviendo en este planeta. La economía global nos dice que hay poca diferencia entre nosotros si venimos del este o del oeste, del norte o del sur. La idea de limitar nuestra preocupación a un pequeño círculo de personas está desactualizada.

Se dice que todos fuimos creados por un solo dios, musulmanes, judíos, cristianos, así que nuevamente no hay diferencia entre nosotros. Todos somos hermanos y hermanas. Por eso debemos de recordar la idea de la unidad de todos somos seres humanos y que tenemos que vivir juntos. Aferrarse a sentimientos fuertes de ‘nosotros’ y ‘ellos’ crea problemas porque al final conduce al conflicto y la guerra.

Como animales sociales, no podemos sobrevivir solos, dependemos de la comunidad en la que vivimos. Como seres humanos, esencialmente pertenecemos a la misma familia y tenemos que pensar en los demás como parte de “nosotros”. Somos inteligentes, desarrollamos diferentes puntos de vista, pero tenemos que respetar eso porque tenemos que vivir juntos.

Las diferentes religiones, por ejemplo, adoptan diferentes posiciones filosóficas, pero todas transmiten un mensaje común de amor, perdón, tolerancia y satisfacción. Todos fomentan el desarrollo de la compasión. Hay formas en las que somos distintos unos de otros, pero no debemos sacrificar nuestra naturaleza compasiva básica debido a diferencias superficiales.

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