La primera hora tras el parto, fundamental para facilitar la lactancia

Como seres humanos muchas veces subestimamos el poder del instinto. Pero en estados muy tempranos de nuestro desarrollo ese instinto es el que hace a los bebés capaces de nadar cuando se les mete en el agua, algo que pierden al poco tiempo de nacer. El instinto es muy importante para iniciar, de forma exitosa, … Leer más

Como seres humanos muchas veces subestimamos el poder del instinto. Pero en estados muy tempranos de nuestro desarrollo ese instinto es el que hace a los bebés capaces de nadar cuando se les mete en el agua, algo que pierden al poco tiempo de nacer.

El instinto es muy importante para iniciar, de forma exitosa, algo tan importante como la lactancia materna.

El recién nacido tiene un sentido del olfato listo para reconocer el olor de su madre y del calostro, que buscará de forma automática si se acerca al pecho de la madre durante la primera hora tras el parto.

El contacto piel con piel es lo ideal

La OMS recomienda el contacto inmediato del bebé y su madre tras el parto, porque tiene múltiples beneficios, como:

1. Se crea con más facilidad el vínculo afectivo, gracias a los elevados niveles de oxitocina en madre e hijo.

2. Se favorece la recuperación tras el parto al reducirse los niveles de estrés y la tensión arterial de ambos.

3. El ritmo cardíaco y respiratorio del bebé se regula de forma naturalmente al estar en contacto con su madre.

4. La madre actúa como un termostato natural, por lo que ayuda a regular la temperatura del bebé sin necesidad de nada más que una manta sobre el niño para conservar el calor de ambos.

5. Favorece el inicio de la lactancia materna pues el niño busca de forma natural asirse al pecho de la madre nada más entrar en contacto con su piel.

Por todos estos motivos, el contacto inmediato es una fuente de bienestar para madre e hijo y es una práctica que se recomienda incluir en el plan de parto, para asegurar que siempre que las condiciones de salud de la madre y el bebé lo permitan, se realizará, incluso en casos en los que se ha practicado una cesárea, cuando no hay riesgo para la madre.

Aprovechar el instinto del recién nacido

La mayoría de los problemas que surgen durante la lactancia suelen darse al principio y están muy relacionados con una mala técnica de sujeción del bebé. Esto es un problema que en muchas ocasiones se produce porque no se aprovecha el instinto inicial del recién nacido para acercarlo al pecho de su madre para que se prenda al pezón de forma instintiva, momento en el que suelen hacerlo bien.

Si no se aprovecha ese instinto inicial, el bebé puede tener dificultades para succionar de la forma correcta, ocasionando molestias a la madre y problemas como grietas en los pezones o inflamaciones a causa de una presión mal aplicada sobre el pecho.

Cuando se deja al bebé iniciar la lactancia, justo tras el parto, son muchos menos los casos en los que la sujeción se dé de forma incorrecta, lo que facilita mucho el éxito de la lactancia.

También es importante que el bebé sea amamantado cuanto antes para activar la producción de leche de la madre, sobre todo en casos en los que se ha practicado una cesárea, porque puede retrasarse unos días la producción de leche. 

Sin embargo, este tiempo se puede reducir de forma considerable con la succión regular del recién nacido, por lo que se recomienda no desistir si surgen algunas dificultades para amamantar al niño tras el parto.

Con la ayuda profesional adecuada y un poco de paciencia, la naturaleza seguirá su curso y la lactancia materna será posible.

*Editora de Maternidad Fácil
 

Imagen Zacatecas – María José Madarnás