Emilio Carrasco trae parte de su colección

Su colección es de 35 piezas.
Su colección es de 35 piezas.

Con exposiciones individuales y colectivas en muchas partes del mundo, premios y menciones honoríficas, para el artista lo más importante siempre es el aspecto humano.

El artista plástico Emilio Carrasco llega con una pequeña selección de 35 piezas al Festival Barroco en su edición número 18.

Actualmente, los ex libris son una vocación humana de intercambio de emociones, de vida y de transformaciones, dice Carrasco, quien lleva casi 40 años recopilándolos y ahora comparte una parte de su arduo trabajo como coleccionista.

Las obras están elaboradas en diferentes técnicas, formatos y dimensiones, y no por su pequeño tamaño dejan de ser grandiosas pues su riqueza está en los detalles.

Las 35 piezas de la muestra fueron recopiladas por Emilio Carrasco en Praga, durante uno de los encuentros de coleccionistas, gracias a quienes actualmente sobrevive esta expresión milenaria que nació para identificar la pertenencia de un libro. En la antigüedad, en todo lugar donde había libros, había ex libris. Una síntesis de todo en un espacio muy pequeño.

Ahora, además del coleccionismo, le dan vida los concursos internacionales o bienales, generalmente organizados por instituciones relacionadas con los libros, y quienes se quedan con donaciones. En su elaboración se conservan las técnicas tradicionales, a las que se han sumado los procesos digitales.

Hay artistas que los coleccionan por medio del intercambio y en el caso de Emilio Carrasco, lo más importante no es tener el ex libris, él disfruta ampliamente todo el proceso de comunicación que mantiene antes de que llegue a sus manos uno de éstos, pero sobre todo el después porque así es como se hacen los amigos en este mundo de los ex libris, dice.

Enviar la carta, esperar la respuesta a veces cinco o seis meses, hasta que llega y empiezan a suceder una serie de cosas con las cartas: llegan en bolsas de plástico, mojadas, húmedas, rotas, mutiladas, con los ex libris cortados por la “seguridad nacional” de algunos países. “Las cartas son devoradas en el camino por los demonios”. Algunas me llegan hasta después de la inauguración de la exposición”.

Hay jóvenes que me mandan cartas cuando van a entrar a una escuela de arte en su país, años después me dicen que se casaron, que tienen hijos, o me llegan noticias de que alguien murió; son historias, relaciones muy humanas, a todos los recuerdo.

Su colección está acompañada de misivas. Conserva sobres con sellos y timbres postales de todo el mundo, las cartas que le envían junto con los pequeños grabados están escritas en diversas lenguas, muchas de ellas en idiomas de Europa Central, que es donde está más viva esta tradición, comenta Carrasco.

Es una vocación en la que uno debe intercambiar, hablar, y cuando llega la próxima bienal, encontrarse con esos artistas; ¡qué te den un abrazo, un beso, que te digan que te quieren! Eso te hace sentir una persona más rica. Por eso él nunca los vende y muy pocas veces ha pagado por ellos.

Así, la colección de ex librisde Emilio Carrasco llega a las ocho mil piezas y quizá sea la más extensa de México, la tiene separada en pequeños lotes, algunos por tema, otros por lugar de origen, como la que exhibe en la cafetería del Museo de Guadalupe, que formó en Praga, aunque tiene piezas de muchos países.

“Todo comenzó, como pasan las cosas, a veces escogemos las equivocadas y otras acertamos. Yo he tenido la fortuna de acertar muchas veces; colecciono ex librisporque caí con las personas adecuadas: primero Felipe Ehrenberg (1943-2017) que coleccionaba muchas cosas, y por casualidad conocí a Mario de Filippis, un restaurantero italiano con una tremenda pasión por los ex libris, le pedí unas cosas, me las envió; le escribí, me contestó y así comenzamos una gran amistad”.

Alumno de Carlos Orozco Romero y Gilberto Aceves Navarro, Emilio Carrasco próximo a cumplir 62 años de edad, radica en Guadalupe, Zacatecas, donde le gusta hacer comunidad, disfruta de dar talleres gratuitos, y este año, en el Festival Barroco de Guadalupe inauguró su exposición con un taller para niños.

Con exposiciones individuales y colectivas en muchas partes del mundo, premios y menciones honoríficas, para el artista lo más importante siempre es el aspecto humano por eso disfruta tanto de coleccionar ex librispues ahí encuentra un espacio para el arte y la amistad sin cortapisas.