El Día de Muertos, una fecha para decir “hasta pronto”

Las familias visitan a sus muertos para decir, de forma simbólica, que aún los recuerdan. / Foto: Imagen
Las familias visitan a sus muertos para decir, de forma simbólica, que aún los recuerdan. / Foto: Imagen

El Día de Muertos es una de las celebraciones que más unen a las familias mexicanas con sus seres que están en el más allá.

Ya se puede oler muy de cerca el  1 de noviembre, el día de Todos los Muertos, un día que es de gozo para los vivos y al mismo tiempo un día en el que se recuerda a los que se nos fueron.

Y es ahora es un momento para pensar en qué significa dedicarle flores a nuestros familiares, amigos y demás seres queridos que ya no están con nosotros.

La muerte de alguien cercano es, sin duda, algo muy doloroso y esta celebración es una manera de sentirse cerca de esta gente que ya no está entre nosotros, al mismo tiempo que uno puede pasar el luto.

Y es que el rito ayuda mucho a la gente para poder sentir que hay una despedida con su muerto,  pues, muchas veces no se tiene un cierre a la hora de perder al ser querido.

El rito del Día de Muertos permite que la gente pueda continuarlo. Al no sentir que es nada más un corte tajante entre la vida y la muerte.

Al visitar las tumbas, darles una limpiada y poner adornos florales y de papel, uno ofrece un cuidado que nos regresa a cuando cuidábamos de ese ser querido que ya no está.

Tal cuidado hecho con cariño es una manera de traer a la vida a los muertos, pues se rememora lo que esa persona fue, se ponen objetos de sus aficiones, sus platillos favoritos y hasta la música que oía.

El rito nos hace sentir que no es un adiós

Y por un momento, al tocar esos objetos, al escuchar esa música  y al comer esos platillos que eran los favoritos del muerto, se reviven las sensaciones que le traían dicha a él y se comparte esa felicidad en familia.

Sin duda este ritual, muy arraigado en nuestra cultura y que está lleno de colores, leyendas  y misticismo, nos permite acércanos de manera amable a algo que el resto del año se ve con terror, la muerte.

En esta festividad tan llena de símbolos y figuras, uno alcanza a darle sentido a esta etapa final de la vida, que no es nada fácil de aceptar.

La fe en otra vida, y la idea de que es posible visitar una vez al año a la gente que dejas, vuelve más llevadera la idea de dejar de existir.

Y sobre todo uno se siente realizado al saber que sus seres queridos lo van a recordar de la misma manera en que uno recuerda a los vivos.

Para perderle el miedo a la muerte

La dificultad del duelo son muy diferentes y cada persona las vive distinto, y es que cada uno le da un significado muy diferente a la vida y la muerte en su vida cotidiana.

Pero gracias a las celebraciones religiosas, rituales y sociales, es un trance por el que no se pasa solo y muchas personas al sentirse acompañadas pueden pasar por esa fase de duelo, de una mejor manera.

Así que ya sabe, estimado lector, si está pasando por una pérdida o si hace años alguien muy cercano se le fue, no pierda la oportunidad de revivir en su memoria las cosas que lo hicieron feliz con esa persona.

Porque dicen que mientras se recuerde a los muertos ellos no se han ido del todo, y siguen con uno y en las enseñanzas que nos dieron, en las cosas que nos dejaron.