Cómo iniciar la alimentación mixta del bebé

La Organización Mundial de la Salud y UNICEF recomiendan que los seis primeros meses de vida del bebé se alimente en exclusiva y siempre que sea posible, de leche materna. A partir del sexo mes se sugiere que esta lactancia vaya complementándose con la introducción progresiva de otros alimentos. Hasta ese medio año de vida, … Leer más

La Organización Mundial de la Salud y UNICEF recomiendan que los seis primeros meses de vida del bebé se alimente en exclusiva y siempre que sea posible, de leche materna.

A partir del sexo mes se sugiere que esta lactancia vaya complementándose con la introducción progresiva de otros alimentos.

Hasta ese medio año de vida, si la madre no ha tenido problemas para darle de mamar, no ha tenido que pensar mucho acerca de la alimentación de su bebé: su pecho le proporciona todo lo que necesita.

Pero ahora será necesario escoger bien los alimentos que vamos a proporcionarle a nuestro hijo y el modo en el que los vamos introduciendo en la dieta. Aquí te ofrecemos algunos consejos básicos para poder ir combinando la lactancia con una dieta adecuada para tu bebé.

¿Por qué es importante complementar la lactancia a partir del medio año?

Hay muchos factores, pero entre los principales a destacar están los siguientes.

? El desarrollo del bebé requiere, a partir de los seis meses de vida, más nutrientes de los que aporta la lactancia materna. No es que haya ningún problema con tu leche, sencillamente las necesidades de tu hijo se vuelven más complejas.

? Al surgir la dentición y desaparecer el reflejo de extrusión (que hace que el niño expulse con la lengua lo que entre en su boca) es adecuado ir fomentando la motricidad bucal y la coordinación necesaria para la masticación.

? El bebé tiene una curiosidad natural por los alimentos que ve que ingieren los adultos. Forzar el alargamiento de la lactancia exclusiva puede llevarle a rechazar esos alimentos que más pronto o más tarde tendrá que ingerir. Si empiezas a incorporarlos a su dieta progresivamente, se acostumbrará a ellos con normalidad.

? Su aparato digestivo necesita prepararse para metabolizar distintos tipos de alimentos. Lo ideal es que vaya acostumbrándose gradualmente a partir del sexto o séptimo mes, cuando su aparato digestivo está suficientemente desarrollado para ello.

Nutrientes necesarios y alimentos adecuados

Hay determinados componentes que el bebé va a necesitar en una cantidad superior a la que puede aportarle la leche materna o incluso algunos de ellos no se encuentran en ella.

Por ejemplo, el zinc, que contribuye a regular el metabolismo y a construir huesos, piel y dientes. También es el caso de los ácidos grasos omega 3, que aunque pueden aportarse a través de la leche si la madre incluye el pescado en su dieta, es bueno que se vean introducidos en la alimentación complementaria.

También el hierro y la vitamina B-12 han de tenerse en cuenta en esta etapa. Aunque una madre con una dieta variada puede aportar cantidad suficiente de estos elementos, casi todos los preparados para bebés llevan suplemento de ellos debido a su importancia en el crecimiento del niño.

Hoy en día hay una gran gama de preparados para bebés que ayudan a iniciar la dieta mixta. Es importante administrarlos al bebé tras darle el pecho e intentar que no sustituyan las tomas de leche.

? Los purés y papillas serán la posología utilizada por la razón evidente de que no necesitan ser masticados. 

? La densidad de papillas y purés puede ir aumentando con la edad, introduciendo grumos para estimular la masticación del niño. Llegado el momento se introducirán trozos de alimentos, preferentemente muy blandos, por ejemplo, frutas y verduras.

? Los primeros alimentos semisólidos serán verduras y frutas debido a su alto contenido en minerales y vitaminas. La manzana, la zanahoria, la calabaza o el plátano son adecuadas para comenzar.

? A partir del séptimo mes podremos introducir algunos tubérculos, como las patatas.

? También es beneficioso que en el séptimo mes se inicie la administración de cereales como el arroz y el maíz.

Siempre ten en cuenta que deberás ser paciente. Tu bebé puede rechazar uno o varios alimentos porque no le guste el sabor o la textura. Insistir puede ser contraproducente, pero es beneficioso ir probando distintos días, porque la recepción de un sabor puede variar.

También puedes jugar a camuflar unos sabores mezclándolos con otros. Con paciencia y dedicación, conocerás los gustos de tu hijo para poder ir acomodando la dieta teniendo en cuenta sus preferencias y necesidades.

*Editora de Maternidad Fácil

Imagen Zacatecas – María José Madarnás