
David Monreal, gobernador del Estado, en su cuarto informe. | Foto: Cortesía.
El Runrún de hoy, martes 09 de septiembre del 2025.
El Cuarto Informe de Gobierno de David Monreal Ávila presentó logros significativos, pero también dejó espacio para la reflexión sobre los desafíos que persisten en Zacatecas. La pacificación del estado es, sin duda, uno de los avances más importantes; sin embargo, la seguridad no es un logro que se consolide de manera definitiva, y la verdadera prueba será mantener la paz a largo plazo.
Los programas de Bienestar se han fortalecido y alcanzado a un amplio sector de la población, mostrando sensibilidad social. No obstante, la eficacia y la transparencia en su ejecución deben ser vigiladas constantemente para evitar que los beneficios se concentren en unos pocos.
El saneamiento de las finanzas públicas y la expansión de la obra pública, hoy por hoy, muestran disciplina administrativa y visión territorial, pero es crucial analizar si estas inversiones generan impactos duraderos en la calidad de vida de la ciudadanía.
El respaldo del Gobierno de Claudia Sheinbaum potencia las acciones estatales, aunque la dependencia política podría limitar la autonomía local. Este informe mostró que Zacatecas enfrenta retos estructurales que requieren continuidad, planificación estratégica y participación ciudadana para consolidar un desarrollo sostenible y equitativo.
Pendientes de Zacatecas, ignorados en el informe
El Cuarto Informe de Gobierno reflejó el silencio sobre temas críticos, entre ellos, el fideicomiso del Viaducto Elevado, una obra largamente anunciada, y que permanece envuelto en incertidumbre financiera; la federalización de la educación, compromiso reiterado, que sigue sin concretarse; y asuntos tan sensibles como el creciente número de desaparecidos fueron apenas mencionados, cuando merecen una estrategia clara y acciones contundentes.
La omisión de estas problemáticas mostró un discurso más enfocado en la celebración que en la rendición de cuentas completa. La protesta de la organización “Sangre de mi Sangre”, encapsulada y despojada mientras intentaba manifestarse en el puente peatonal, puso un punto negro en la ceremonia oficial.
Este episodio simboliza la tensión entre el reconocimiento de avances y la omisión de demandas legítimas de la sociedad. El gobierno estatal debe enfrentar estos pendientes con la misma visibilidad que dio a sus logros. Ignorarlos no los hace desaparecer; al contrario, su persistencia puede minar la credibilidad institucional y la confianza ciudadana.
La memoria de los desaparecidos, la transparencia en grandes obras y el cumplimiento de compromisos educativos son indicadores de un gobierno que realmente rinde cuentas.
Bloqueo de maestros “ensucia” el informe y genera caos
La manifestación de maestros de escuelas normales de este lunes en el bulevar no fue un simple acto de protesta, se convirtió en un reflejo de la crisis profunda que atraviesa la Secretaría de Educación de Zacatecas.
Maestros de escuelas normales bloquearon durante horas la vía más transitada de la ciudad, provocando un caos vehicular que paralizó la vida cotidiana y, de manera simbólica, arruinó la celebración del Cuarto Informe de Gobierno.
La incapacidad de Gabriela Pinedo Morales, secretaria de Educación, y del titular de la subsecretaría de Educación Media Superior y Superior, Antonio Reyes Carlos, para prever y gestionar el conflicto evidenció un vacío político preocupante.
La falta de tacto para negociar las plazas homologadas pendientes, sumada al conflicto heredado de plazas otorgadas por Honorio Jiménez en administraciones anteriores, deja claro que la dependencia no tiene rumbo ni liderazgo.
El caos generado sensibilizó a la población, incrementando el descontento hacia la administración de David Monreal y cuestionando la eficacia de su gobierno. Este hecho muestra que los problemas administrativos no sólo afectan a los maestros, sino a toda la ciudadanía, y que la autoridad educativa necesita urgentemente asumir responsabilidades y recuperar credibilidad antes de que los conflictos se intensifiquen.
Libertad de expresión, subordinada a despeje de vialidades y calles
En Zacatecas, el secretario de Seguridad Pública, Arturo Medina Mayoral, dejó claro que su prioridad no será garantizar la libre manifestación, sino mantener despejadas las vialidades. “Todo lo que estorbe en un crucero o en un puente se debe de quitar”, afirmó, en referencia al paso peatonal frente al Palacio de las Convenciones, donde el colectivo Sangre de mi Sangre intentó manifestarse.
Medina Mayoral admitió desconocer los hechos exactos y justificó la intervención, asegurando que los tejidos rojos que los manifestantes portaban serían devueltos. Su declaración marcó un giro en la percepción de derechos ciudadanos, al subrayar que “aquí no hay instrucciones, hay procedimientos”, dejando entrever que cualquier protesta será regulada estrictamente bajo protocolos, sin margen para la expresión espontánea.
Este enfoque, aplicado durante el Cuarto Informe de Gobierno, terminó por opacar la ceremonia oficial y manchar la imagen de la administración, al privilegiar el orden vial sobre la voz ciudadana. Viene otra etapa de conflicto con los colectivos, ahora de las madres buscadoras y todas las organizaciones sociales. Una vez más el uso de la fuerza pública se utilizó para reprimir, perdonar, para garantizar los derechos de la mayoría.
Runrunazos
El subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, César Yáñez Centeno, fue el representante personal de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en el cuarto informe del gobernador David Monreal Ávila. Todos en Zacatecas esperaban que al menos un secretario de estado fuera el que estuviera aquí a nombre de la presidenta. No hay que olvidar que Yáñez Centeno fue durante muchos años la mano derecha del ex presidente Andrés Manuel López Obrador.