Tres tristes crisis

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

La catastrófica permanencia en el mundo de la pandemia de Covid-19 está creando un escenario político que fácilmente puede desembocar en otra indeseable crisis que agudiza las pre-existentes crisis económicas y de salud. En el caso de México con un particular énfasis en varios estados, entre los cuales figura Zacatecas: la crisis de seguridad no … Leer más

La catastrófica permanencia en el mundo de la pandemia de Covid-19 está creando un escenario político que fácilmente puede desembocar en otra indeseable crisis que agudiza las pre-existentes crisis económicas y de salud. En el caso de México con un particular énfasis en varios estados, entre los cuales figura Zacatecas: la crisis de seguridad no deja de alarmar que esta realidad se abre paso en la etapa del prolongado abandono masivo de la formación política que alguna vez produjo políticos de mayor calibre, pues durante la mayor parte del siglo 20 los centros de educación superior forjaban líderes y funcionarios; los institutos políticos tenían “escuelas de cuadros” de verdad que se reflejaban en sus publicaciones doctrinarias (La República, del PRI, La Nación, del PAN, El Machete del PCM, entre otros) cuando los seguidores de un partido no tenían empacho en leer las obras de los intelectuales orgánicos de partidos contrarios, dándose el caso de que el priísta Jesús Reyes Heroles era intelectualmente atendido por círculos de izquierda y del panismo; el izquierdista Heberto Castillo por círculos priístas y panistas y Castillo Peraza por priístas e izquierdistas.

La incapacidad para descifrar escenarios cambiantes coloca a los pueblos como personas que toman y ejecutan decisiones de manera lenta y rebasable, pues ponen en práctica la rutina de la inercia, agravando más la situación al borde de la explosión social. Está sucediendo en España y en Perú, en Chihuahua y Zacatecas.

Algunas oposiciones irresponsables se dedican a complicar la labor de los bomberos para así lograr acusar a los gobiernos por su incapacidad para apagar las llamas, otros gobernantes toman la ocasión para la propaganda personal, comunicando profusamente cada cubrebocas entregado.

Viendo llover sin hincarse

La gestión local de la pandemia ha sido deficiente para modular la movilidad humana, para garantizar la disponibilidad comercial de oxígeno y medicamentos promoviendo la solidaridad con la emergencia de los comerciantes de esos insumos, evitando especulación y adecuando a las los tiempos de atención al público según las urgencias (encontrar cerrado el establecimiento que vende oxigeno ya ha sido causa de fallecimientos). La falta de conciencia del terreno que se pisa es, además del descanso sabatino, el desperdicio de la comunicación al reducirla a “contagiómetro”, en vez promover la actividad cotidiana que orienta para la angustiada sociedad y al descansar los sábados, faltaba más, pero donde reflejan una desconexión total con la realidad que más debieran conocer, es en la tinuidad de las máquinas expendedoras de bebidas azucaradas y alimentos “chatarra” en instalaciones de Salud.

La crisis económica no es descifrada por los que desde el gobierno reaccionan ante los inevitables recortes presupuestales en actitud de fracaso anticipado, reflejando que solo el dinero determina sus resultados, no su creatividad, su aplicación a la tarea o su talento organizador. La oposición se niega a ceder una parte de sus excesivas prerrogativas partidistas y las organizaciones sociales reclaman dinero público, porque sin nada que repartir, nadie los pela. El uso de los presupuestos públicos del 2021 en los tres niveles de gobierno deberá ser vacunado ante tan deplorable cultura política.

Ni victimismo ni golpes bajos se valen

La captura de grandes porciones del estado mexicano es evidencia del raquitismo de una clase política que no entiende la naturaleza del problema al hacerlo bandera partidista en vez de asumirlo como asunto de estado, siendo causa y efecto de la penetración de que las instituciones llegarán a la cima del poder, como lo demuestra la cifra de gobernantes presos y los casos de García Luna y el general Cienfuegos.

Zacatecas no tiene políticos presos, pero sí políticos asesinados y desaparecidos en situaciones jamás esclarecidas, en las diversas regiones del estado es “vox populi” que determinados actores políticos mantienen relación con actividades ilícitas, ya sea en el trasiego, la extorsión o lavado de dinero. En ese contexto aparecen narco mantas en las que el Cártel de Sinaloa acusa que David Monreal abrió las puertas de Fresnillo al Cártel Jalisco Nueva Generación, la noticia trascendió al ámbito nacional y el aludido presentó una denuncia formal contra quien resulte responsable de dichas declaraciones; son enemigos políticos que le hacen guerra sucia por tercera ocasión.

Que llegue la verdad completa

No son lo mismo las mantas colocadas por miembros de un cártel que por los miembros de un equipo político, los primeros portan armas, los otros no tienen por qué no ser detectados y detenidos por la policía municipal, como tantas veces ha sucedido en tiempos electorales. Zacatecas vive la triple emergencia de salud, económica y de seguridad… si añadimos crisis política estamos fritos. Estamos a tiempo de evitar la mezcla del crimen organizado con la situación electoral, ya con lo que tenemos es suficiente reto, los cambiantes escenarios exigen mucha responsabilidad a todos.

Nos encontramos el jueves en El Recreo.




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