Tarea política incumplida

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

La respuesta colectiva a la pandemia en Zacatecas no es la que se necesita   Zacatecas enfrenta en su territorio las consecuencias de un sistema de salud descuidado durante décadas, una parte de su precariedad se origina en la política seguidita de humores sexenales federales, sin asumir que una política de salud implica diagnósticos locales … Leer más

La respuesta colectiva a la pandemia en Zacatecas no es la que se necesita  

Zacatecas enfrenta en su territorio las consecuencias de un sistema de salud descuidado durante décadas, una parte de su precariedad se origina en la política seguidita de humores sexenales federales, sin asumir que una política de salud implica diagnósticos locales en permanente actualización y respuestas diseñadas y aplicadas por y para los zacatecanos.

Un pueblo minero tiene riesgos sanitarios distintos a un pueblo de pescadores, la atención a las particularidades con fines de gestión complementaria con la Federación significan  que desde el gobierno de Zacatecas se dictamina lo que nuestras particularidades requieren.

No aprovechamos la tardanza del virus concentrando los esfuerzos en lograr el comportamiento colectivo para frenar el contagio, tal es la aportación local al alcance, lo demás, corre a cargo de la política general de asegurar capacidad hospitalaria, ventiladores e insumos médicos para todo el país, renglón en el que Zacatecas todavía no está cerca del desbordamiento, a pesar de que la tasa de mortalidad por la pandemia es superior al promedio nacional en estos momentos.

En cada parte del mundo el resultado frente a la pandemia depende de la respuesta colectiva, lo vemos país por país, estado por estado, municipio por municipio: el núcleo de la estrategia es el mismo para todos los rumbos y tiene la misma procedencia: la Organización Mundial de la Salud.

Una división de tareas derivada de la emergencia confiere la tarea a políticos en el gobierno y, a opositores, la responsabilidad compartida de promover el comportamiento colectivo idóneo para frenar los contagios al ritmo que la otra crisis, la económica, lo permite. En ese terreno, la clase política local no logra inducir en el grado necesario el comportamiento colectivo cotidiano que la situación reclama.

Otra tarea estratégica corre a cargo de autoridades, médicos y enfermeras, hay una abnegada entrega de este frente de batalla en permanente riesgo de sucumbir si la clase política sigue incumpliendo su tarea de propiciar el comportamiento colectivo requerido. No hay médicos y enfermeras en número suficiente y aunque se dispone de recursos y contrataciones: no hay a quién contratar, según lo externan las propias autoridades; se paga el precio de décadas de rechazo anual de jóvenes en su intento de estudiar Medicina Humana en la UAZ, los dejamos morir solos y ahora pagamos el precio.

La imposible predicción

La predicción científica con respecto al comportamiento de la pandemia se viene modificando para mal, ya tenemos más del triple de contagios y fallecimientos en nuestro territorio de lo originalmente previsto y el más reciente pronóstico recorre del 4 al 17 de octubre el pico de la pandemia y anticipa su presencia hasta concluir la primera mitad del año próximo y no descarte usted que una vez más se queden cortos los científicos.

Quienes atacan los pronósticos rebasados no toman en cuenta que la variable determinante en el comportamiento de la epidemia es la respuesta de la población, allí dónde se impone el regreso masivo a las playas y las fiestas privadas, las reuniones políticas y la actividad laboral sin sana distancia, no hay pronóstico posible.

Cinco meses después de la emergencia, los zacatecanos no estamos ni a la mitad de la pesadilla; la población no puede mantenerse más en confinamiento; la educación a distancia medio salvará la situación:  es aconsejable hacer un alto en el camino para mejorar el desempeño de la clase política como responsable principal de la respuesta colectiva; si sus mensajes son los pertinentes, si sus reyertas son inoportunas, si sus omisiones no han sido contraproducentes.

La clase política incurrió, al principio, en exhibicionismo ridículo con acciones concebidas para “dar la nota” en competencia de egos mediáticamente alimentada, tan irreflexiva actitud se entiende porque el político contemporáneo es educado para cacarear el huevo, no para ponerlo, para parecer, no para ser.

Futuro incierto

Vivamos la emergencia con sentido de urgencia, usen las estructuras públicas, Sizart, los convenios de publicidad, la concurrencia de esfuerzos públicos y privados

Es menester que el gobernador ejerza su legítimo liderazgo con los 58 presidente municipales para lograr el comportamiento colectivo para frenar la pandemia, al mismo tiempo que se atiende la economía mediante la promoción de la solidaridad como manifestación de instinto de conservación elemental.

La ayuda real que se le puede dar al sacrificado personal que atiende a los enfermos de C ovid-19 en Zacatecas es frenando el número de contagiados. La ayuda real que se le pude dar a las empresas es frenando los contagios.

La disciplina social de los Zacatecanos acortará o alargará la emergencia sanitaria; la disciplina social es requisito previo de la reactivación, convenzamos a todos .

Sin liderazgo, caminamos sin rumbo.

Nos encontramos el lunes en Recreo




Más noticias


Contenido Patrocinado