Seguridad y proyecto

Muñoz Ledo fue una individualidad brillante y vibrante, su aguda inteligencia y su amplia cultura lo hicieron actor relevante de la historia del México que le tocó vivir. Su fuerte fue el pragmatismo, se hizo leyenda del zigzagueo. No obstante, su enorme calidad intelectual y su apasionada forma de asumir posiciones hacen de él referencia obligada en la historia de la democratización de nuestra patria.

Para fortuna de las generaciones futuras, Porfirio dejó escrito su pensamiento político que trascenderá más que su forma de practicar la política.

Se va en el momento en que el debate de ideas, de proyectos y principios regresan por sus fueros después de décadas de exitosa manipulación mercadotécnica que hizo espectador al ciudadano.

Hoy, debatir proyectos y no solo personalidades es lo que se impone.

Los mexicanos tenemos dos caminos a elegir: Regresamos el régimen anterior o seguimos por la ruta de la Cuarta transformación, la designación de Ángel Gurría como responsable del programa de gobierno del frente opositor ratifica el dominio del grupo empresarial de Claudio X sobre los otros componentes de la alianza, los partidos que la conforman (PRI, PAN Y PRD) no pueden competir en influencia ante el poderío económico, su papel es inevitablemente subordinado.

En materia de seguridad, el frente opositor que antes fue gobierno y la cuarta transformación deberán confrontar sus diferencias para que la ciudadanía decida, para ello las cifras de INEGI deberán ser faro orientador, para saber si hay más decomisos de droga, de armas, de dinero sucio en la actual administración o en el pasado, más detenidos, más reos, más casos judicializados.

Si nos quedamos en el recuento de hechos violentos el ruido seguirá nublando el análisis, durante la etapa del PRIAN ocurrieron matanzas como la de migrantes en San Fernando, Tamaulipas, la del Casino Royal en Monterrey, la desaparición de más de 40 trabajadores de Pemex en Monterrey, la matanza en Allende Coahuila y muchos otros hechos de violencia desbordada (En Zacatecas la matanza de Florencia  en 2011 sigue con el récord de bajas) pero los grandes medios de comunicación transitaron de la política de minimizar la cobertura de los hechos durante el período del prianismo a la de maximizarla cuando perdieron el gobierno.

Se sientan las bases

La continuidad de la política de seguridad de la cuarta transformación es uno de los temas que se debatirán a profundidad, sus elementos principales son: Atender las causas, no solo los efectos, potenciar la prevención del delito y conductas antisociales, priorizar la labor de inteligencia sobre el choque, respeto absoluto a los derechos humanos, cobertura policial territorial nacional, fortalecimiento del potencial investigador, erradicación de la influencia corruptora en fiscalías y poder judicial ¿Cuál de esas grandes orientaciones es prescindible?

A la estrategia de seguridad le pasó lo que a los juegos de fútbol dónde todos se vuelven expertos opinantes sin el mínimo esfuerzo de dominio del tema, pero si en el fútbol no pasa de que las discusiones nos sirvan para pasar el rato, en lo referente a la política de seguridad es necesario el debate informado desprovisto de intereses partidistas para identificar virtudes y defectos de una política esencial que trasciende lo partidista.

En Querétaro como en Guanajuato o en Chiapas, en Baja California, los niveles de delincuencia son tan desiguales como en otros rubros, el papel de lo local es insoslayable, no obstante, la próxima campaña será tema recurrente de la prensa interesada en el regreso del PRIAN al gobierno.

El espacio territorial más exitoso de la política de seguridad de la cuarta transformación es la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum se volvió presidenciable entre otros factores debido a la impresionante reducción del porcentaje de delitos (58 por ciento), lo logra aplicando la política general de la cuarta transformación incorporando las particularidades de su entorno.

Vacío llenado

La gestión de López Obrador llena un vacío que perduró desde siempre, el de la cobertura policial del territorio nacional mediante la Guardia Nacional con el número de elementos indispensable para vigilar el inmenso país. Los cuarteles edificados dejan atrás la etapa en que se improvisaban albergues o se instalaban en hoteles los contingentes federales, el reto a superar es la descomposición moral de sus integrantes, siempre en contacto con los corruptores en carreteras en dónde están fuera del campo de observación institucional.

La política de seguridad es la elección entre la convicción de que “el delincuente no nace” se hace, y la de que “muerto el perro se acaba la rabia”.

La política de seguridad de la cuarta transformación requerirá ajustes, actualizaciones, pero es la que nos devolverá la paz, la gente lo entiende al grado de brindar el respaldo mayoritario a la continuación de la misma.

Nos encontramos el jueves en Recreo

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