El patriotismo que vos matáis goza de cabal salud

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Para los fanatizados es más importante su causa particular que los intereses de la nación a la que pertenecen.

La generalizada indignación popular y el impresionante cierre de filas en tono al Presidente como representante del Estado mexicano con motivo del asalto a nuestra embajada en Ecuador es un signo de vitalidad nacional del que debemos felicitarnos.

Les falló el plan a los neoliberales que desde que tomaron el gobierno con Miguel de la Madrid menospreciaron y ridiculizaron el patriotismo para minar la resistencia a la venta de las empresas publicas mexicanas, los bancos, la supresión de límites al capital extranjero en el acceso a nuestros recursos naturales y al alineamiento indigno a los Estados Unidos que Fox supo representar cuando le dijo al mandatario cubano “comes y te vas” porque a Bush le disgustaba su presencia en nuestro país.

La supresión de las clases de civismo y el disimulado desdén a los honores de la bandera formaba parte de una estrategia que incluía referirse con burla al Himno Nacional Mexicano llamándolo “el masiosare”.

Popularizaron chistes lamentando que la invasión gringa de 1847 no hubiera recorrido las fronteras ”hasta el Bajío cuando menos” y los grandes medios publicaban de vez en vez encuestas que decían que eran de la zona metropolitana de Monterrey dónde la mayoría de la gente preferiría “pertenecer a los Estados Unidos”.

El discurso político “modernizador” dentro del propio PRI arremetió contra el “nacionalismo revolucionario” para contrastarlo desfavorablemente con las nuevas élites gobernantes educadas en Harvard o Massachusetts y se puso de moda caricaturizar todo argumento patriótico diciendo que “se envuelven en la bandera” haciendo mofa del joven patriota que prefirió morir con honor envuelto en su bandera en la defensa del castillo de Chapultepec antes de que los gringos se apoderaran de la misma.

Los intelectuales estilo Aguilar Camín publicaron ensayos encaminados a convencernos de que debemos quitarnos los complejos que nos amargan la vida porque quisiéramos que el oro y la plata, las playas y los bancos en México fueran en provecho de los mexicanos y que nuestra identidad cultural debiera superar los atavismos de nuestros antepasados originarios.

“Lo civilizado”, “lo moderno” solo podría venir del “primer mundo”.

El patriotismo neoliberal giró alrededor de la selección mexicana de fútbol y la conmemoración del inicio de la Independencia cada septiembre. Lo otro era de “nacos” y de “patrioteros”.

Entreguistas, tomen nota

Ante el agravio exterior los adversarios cierran filas, así lo hizo el general conservador Miguel Negrete con Juárez cuando los franceses nos invadieron, así lo hicieron hasta los ejércitos en armas cuando los gringos ocuparon Veracruz en 1914 y poco más tarde cuando entraron a perseguir a Villa y se encontraron con el repudio de todos, villistas y anti villistas, así lo hizo Andrés Manuel López Obrador cuando llamó a los suyos a cerrar filas con el presidente Peña Nieto ante las amenazas de Trump y así lo hicieron en la actual coyuntura los tres candidatos a la presidencia de la República y las figuras de alto relieve de la política mexicana y gran parte de los que desde los medios de comunicación tienen posturas contrarias al presidente López Obrador.

Hay excepciones. El perseguido político Jorge Glass es el presidenciable lógico de las fuerzas progresistas de Ecuador, el poder judicial de su país le aplica la misma medicina que le aplicó en su momento a Lula en Brasil.

Tales circunstancias explican que la ultraderecha mexicana se ponga de parte del gobierno de Ecuador aún en contra de su propia patria.

Otros como Max Kaiser vocero ultra del conservadurismo, se percatan de que Daniel Novoa fortaleció sin querer a su odiado López Obrador con inevitables repercusiones electorales nada favorables al bloque conservador.

Para los fanatizados es más importante su causa particular que los intereses de la nación a la que pertenecen.

El rico torpe

Daniel Novoa, hijo del más rico de Ecuador, tiene fama de ser muy limitado culturalmente, lo que explica la torpeza de su actuación que en unas cuantas horas lo convirtió en un paria internacional reprobado por la ONU, la CELAC, la misma OEA y hasta por países de gobierno conservador como Paraguay, Uruguay y para sorpresa de muchos la misma Argentina de Milei que trae el pleito casado con López Obrador expresó su apoyo a México.

El dinero brinda triunfos en política, pero no da oficio político, el torpe presidente perdió el apoyo de 51 diputados en unas cuantas horas, se la cayó la alianza que le permitió gobernabilidad y el movimiento social de pueblos originarios más poderoso de esa región del continente pintó su raya y manifestó su solidaridad con el pueblo de México.

Lo bueno es que el patriotismo mexicano goza de cabal salud y el pueblo ecuatoriano de nuestro afecto.

Nos encontramos el jueves en Recreo

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