¿La libertad de expresión ampara la libertad de engañar?

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

La mentira es más rentable que la verdad para los medios de comunicación con más público.

El tratamiento informativo a la reforma de pensiones de parte de muchos medios de comunicación en México evidencia que de manera consciente recurren a la mentira para insertarse en la contienda política electoral y en el debate cotidiano de lo público, dijeron que la reforma confisca las afores a sabiendas de que es falso, dijeron que los fondos serán para el Tren Maya sabiendo que es mentira, ocultaron que el dinero no reclamado que está en juego se lo apropian indebidamente los banqueros con afores como Salinas Pliego, ocultaron que se trata de una reingeniería financiera para que los que están a punto de pensionarse reciban el cien por ciento del salario en vez de la tercer parte que recibirían sin esta reforma , omiten que el derecho a reclamar el ahorro del trabajador ya no prescribirá.

Mentirle a la pareja suele acarrear consecuencias indeseadas, un político percibido como mentiroso marcha por la vida con la pólvora mojada pero los medios de comunicación que mienten acceden a la prosperidad validos de mentiras.

Un informador involucrado en mentiras deliberadas como el falso rescate de secuestrados por Israel Vallarta no solo no pagó las consecuencias legales que el caso amerita, sino que en la misma televisora pudo repetir su “hazaña” inventando un drama donde una niña llamada Frida Sofía vivía la angustiosa espera de su rescate durante el terremoto de 2017, la niña nunca existió y el informador sigue siendo uno de los mejores pagados no solo en México.

La mentira es más rentable que la verdad para los medios de comunicación con más público, por eso no es extraño que el New York Times instruya a sus reporteros que cuando hablan del genocidio en contra del pueblo palestino no usen la palabra genocidio ni nada que comunique el atroz comportamiento criminal del ejército Israelí.

El engaño es temporal

La infame prisión que se le ha impuesto a Julián Assange no es por decir una sola mentira, es por dar a conocer una lluvia de verdades, mentir es aplaudido además de muy bien remunerado, comunicar verdades cuesta la vida, la libertad y el infortunio económico.

Los medios que asumen la mentira como insumo esencial de su producto protagonizan estruendosos fracasos, en 1988 le cerraron las puertas al candidato que ganó la presidencia de la república, lo ridiculizaron, lo ningunearon hasta que quisieron.

Pero eso no evitó que tuvieran que quemar actas y boletas de la elección presidencial en la cual Salinas de Gortari pactó con la cúpula panista el fraude contra Cuauhtémoc Cárdenas.

En estos días somos testigos de lo inútil que ha sido el mentiros tratamiento informativo que los medios masivos de comunicación le dan a la ocupación de Israel de Palestina, la juventud universitaria se moviliza y le quita la máscara al gobierno estadunidense  al mostrarlo encarcelando jóvenes, reprimiendo, expulsando de las universidades a quienes no quieren que siga el patrocinio de la infame matanza de la población indefensa en Gaza, mostrando el mundo que en los países que condena su intervencionista departamento de estado dizque por violar los derechos humanos hay más democracia en su país y que no es en México dónde está en riesgo la democracia como proclama la histeria opositora.

Mentir es rentable

¿Se ha preguntado usted porque a Salinas Pliego le vale un cacahuate la credibilidad del periodismo de Televisión Azteca?

La respuesta es muy simple, sus utilidades provienen de los históricos “favores oficiales” que ha recibido de quienes le perdonan impuestos, de quienes le otorgan amparos y retardan fallos en espera de mejores condiciones para sus intereses.

Los que tienen la vocación periodística de verdad y por lo tanto tienen en la verdad el valor más elevado del noble oficio son la otra cara de la moneda.

Se conocen muchas historias de heroísmo de reporteros y fotógrafos, camarógrafos, conductores y editores, pero no abundan las de los empresarios de la comunicación dispuestos a renunciar a “buenas entradas” por preservar la credibilidad de su medio ¿Qué había que decir que la consulta sobre revocación de mandato era estrategia de López Obrador para reelegirse? Lo dijeron ¿que había que decir que aumentar salarios desata la inflación? Lo dijeron ¿Qué había que decir que el FOBAPROA rescata al país y no a los banqueros? Lo dijeron.

Ahora dicen que la reforma de pensiones es quitar sus ahorros a los trabajadores ¿Por cuenta de quién? Obviamente por los mismos poderosos que tienen en un puño a la oposición a la que obligaron a desdecirse de su inicial apoyo a la reforma que ahora calumnian.

¿Ganar dinero engañando es derecho humano?

¿La libertad de expresión ampara el derecho a mentir?

Nos encontramos el jueves en Recreo

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