Protocolos de impunidad

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

No se indigne; actúe, ciudadano gobernador. El bochornoso episodio de influyentismo que propició que decenas de individuos recibieran la anhelada vacuna contra la Covid-19 sin que les correspondiera todavía, se registra en los comienzos de un proceso largo en donde se pueden repetir situaciones como la que ha provocado, con toda justicia, un gran repudio … Leer más

No se indigne; actúe, ciudadano gobernador. El bochornoso episodio de influyentismo que propició que decenas de individuos recibieran la anhelada vacuna contra la Covid-19 sin que les correspondiera todavía, se registra en los comienzos de un proceso largo en donde se pueden repetir situaciones como la que ha provocado, con toda justicia, un gran repudio de la población. En todo el mundo se registran conductas transgresoras de los protocolos aplicables en la estrategia de vacunación contra el coronavirus; las autoridades saben que de no actuar con sentido preventivo y correctivo, el descontrol prolongará el sufrimiento colectivo.

Un gobernador cumple su deber cuando sale en defensa de los intereses de la población que gobierna ante todo acto que la lesiona, en ese sentido, como debiera hacerlo ante cualquier actuación indebida de instancias federales, su deber es ser el cuchillito de palo para que lo sucedido en Zacatecas no quede impune. El mismo deber le asiste ante la actuación de los “Servidores de la Nación”, reiteradamente denunciados por conductas expresamente prohibidas, pero como desde su gobierno se hace lo mismo, es precavidamente omiso.

En Argentina cae el Ministro de Salud porque cedió a la tentación de quedar bien con un conocido periodista; en Perú se inician procedimientos legales en contra de más de 400 altos funcionarios que se saltaron el turno; el presidente municipal de Caborca, Sonora, tuvo la amabilidad de los “Servidores de la Nación” para hacer lo mismo; en Zacatecas, en los inicios de la vacunación al sector salud se habló de se ignoraba el destino de más de 500 dosis, y ahora, el pasado 16 del presente, Zacatecas da la nota nacional de 33 personas (en realidad hubo más) que llegaron en caravana a Bañón, Villa De Cos, para recibir la vacuna destinada a la población marginada en esa fase.

El tráfico de influencias puede volver a manifestarse, para que el hecho quede como anécdota, como tantas veces sucede en situaciones similares.

La arraigada cultura de la impunidad generó hábitos que urge desterrar cuando ocurren hechos que lastiman la sensibilidad colectiva, desde el segmento del poder público competente para aclarar los hechos y procurar las sanciones correspondientes anuncias sendas investigaciones con el consabido anuncio de que se “se irá hasta las últimas consecuencias, caiga quién caiga”, en espera de que pronto la población se olvide del tema.

Indignación sin acción es demagogia

Para el político inmerso en la cultura de la impunidad, es oportunidad de restregarles a sus enemigos políticos el hecho en aras de la capitalización a su favor, pero si el episodio repudiado es imputable a los del propio bando, entonces el silencio es táctica automática.

Reacción propia de la cultura de corrupción e impunidad consiste en escoger el elemento del caso que permite arremeter contra el adversario, haciéndose el desentendido de aquellos aspectos que “embarren” a los del bando propio. El caso del aspirante a gobernador de Guerrero, Félix Salgado Macedonio es elocuente a ese respecto, el discurso político de condena a su pretensión (que deseo fallida) se centra en Morena y el presidente, pero se omite repudiar la complicidad explícita del actual gobernador de Guerrero, la del propio fiscal que declara que pidió permiso para turnar el expediente al juez, mismo que archivó cuando le fue negado.

Tampoco se repara en el evidente factor de impunidad en que se convirtió el fuero en esta historia concreta, al que legisladores de todos los partidos se aferran a pesar del ejemplo del presidente de la Republica, que a partir del 20 de este mes puede ser enjuiciado por cualquier delito al que puede ser enjuiciado un ciudadano.

La cultura de la impunidad se fortalece cuando se soslaya más que Félix Salgado Macedonio es uno más de los que con expedientes abiertos, son candidateados por burocracias partidistas que hacen de sus respectivos estatutos letra muerta.

Es difícil identificar un partido que no incurra en esa grave falta en pleno 2021, la corrupta conducta severamente condenada en La Biblia de “ver la paja en el ojo ajeno, sin mirar la viga en el propio” corre a cargo de políticos de todos los colores que usan el tema como táctica sin defenderlo como principio.

Ya ni la despistan

En los medios de comunicación se libra cotidiana batalla entre dos periodismos, el congruente con los valores del oficio, versus el puesto al servicio de la versión conveniente a intereses políticos aunque sacrifique la verdad, revise usted el tratamiento informativo al informe de la ASF sobre el programa de Crédito Ganadero, cotejándolo con el documento y juzgue por usted mismo.

Desterrar la impunidad reclama enfoque integral, movilización ciudadana y cambio de mentalidad. La indignación pasiva es estéril y en gobernantes, demagogia.

Nos encontramos el jueves en El Recreo.




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