No son tiempos de tibieza

Así como en el plano federal el presidente de la República somete a la consideración del Poder Legislativo su propuesta para modificar el presupuesto, cada gobernador deberá hacer lo mismo en la entidad que gobierna, el de Jalisco optó por solicitar la autorización de más deuda y otros están haciendo todo lo que pueden para hacer ajustes sin tener que llegar a eso.  Tal como lo hace el gobierno federal.

Por la vía de endeudar a los pueblos, los dueños del dinero sometieron a los países a sus decisiones, les obligaron a vender empresas públicas y quitar protecciones al sector privado de cada país, a que  los estados  redujeran sus funciones aunque creciera exponencialmente la burocracia,  en ese contexto, ¿Qué respuestas están ofreciendo gobiernos estatales como el de Zacatecas a que la crisis sanitara se suma a otras crisis pre -existentes  como la económica y social y la de inseguridad?

La esencia de los que prestan dinero a gobiernos es idéntica a la de los que le prestan a particulares, ya sean informales (usureros) o formales (banqueros) por eso tiene una gran relevancia el proyecto de modificaciones al presupuesto vigente concebido por el gobierno de Tello para enfrentar la grave coyuntura, lo que me parece una ruta más conveniente para el interés general que la de endeudarse, sin embargo, hay dos cosas que me desconciertan: El modesto monto de los reajustes y la escala de prioridades que refleja la propuesta.

¿Qué harán con los ahorros?

Según lo trascendido, el reajuste a la baja más cuantioso es el de la Secretaría de Educación enseguida Secampo y Sedesol.

Tela de dónde cortar

Nada justifica sacrificar la educación, es inadmisible que ese servicio público sea el más castigado.

Los recursos estatales ejercidos con lógica asistencialista deben reorientarse hacia la planta productiva aprovechando que el gobierno federal cubre esa tarea en un nivel sin precedente.

La propuesta queda corta cuando establece disminuir percepciones solamente mientras dura la pandemia, condenando a Zacatecas a seguir manteniendo a su élite burocrática, tan costosa como ineficiente.

Decepciona que ni siquiera en esta dramática coyuntura se proponga cancelar  el seguro privado de gastos médicos para el Poder Judicial y, que a pesar de ser más que decorosas las percepciones de los magistrados, la propuesta sometida a la Legislatura no se mete con los bonos trimestrales,  los bonos de despensa, ni  los vales de gasolina de los magistrados .

Decepciona también la modesta cifra de poco más de 11 millones de pesos  como contribución del Poder Legislativo, cuando la información publicada y nunca desmentida reporta gastos de algunos diputados hasta por más de 100 mil pesos de combustible.

Hablando de posibilidades de reajustes del gasto me llamó la atención una foto aparecida en “Página 24” de 50 jóvenes con el gobernador con el texto al calce “Este es el ‘pequeño’  staff que le maneja las redes sociales (bots) al gobernador Alejandro Tello”, creo en el tema del gasto en comunicación hay mucho que reajustar y desde luego, clarificar el uso de esos servicios fácilmente auditables.

La renta de inmuebles propiedad de influyentes es añeja y discrecional práctica que permanece en la opacidad, lo menos que debe hacerse es transparentar la información como punto de partida.

 Navegaremos bajo tormenta

Se avecinan tiempos broncos, la protesta social pondrá en movimiento a muchos ciudadanos antes cívicamente pasivos que demandarán atención a sus urgencias, a los que gobiernan les esperan momentos de dura exigencia y al mismo tiempo el “cabildeo” corrupto de los grandes intereses que operan desde la sombra, cada paso desatará batallas, la unanimidad no solo es sospechosa, es imposible. Reyes Heroles alguna vez expresó: “El que busca contentar a todos no gobierna para nadie”.

Es fundamental una actitud resuelta del gobernante, debe decidir qué  puestos cancelar, cuales proyectos locales continuar y cuales esperarán mejores tiempos, así como qué disciplina de gasto cotidiano hará respetar.

Es mejor equivocarse haciendo, que equivocarse desde la inacción, es hora de ordenar con determinación lo que la ley le faculta, si se equivoca corrige, pero ya no debemos continuar caminando en círculo, sin más meta que la nada.

El gobernador tiene la ventaja de que la administración pública es jerárquica, no de pares, dispone de facultades para quitar y poner, despedir o contratar ¿Por qué no las usa a favor de una propuesta a favor de los gobernados y en vez de sacrificar gasto social dispone austeridad?

Una forma de hacer política ha muerto, la basada en el dinero, la austeridad dejará de ser un punto en la agenda de una fuerza política para convertirse en un modo de vivir.

Así aprendieron los europeos de la post guerra. Otro camino es posible.

Nos leemos el jueves en El Recreo. 

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