Negados a representarnos

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

“Un diputado no habla a nombre propio, es representante popular, pero lo que se ha visto en el ciclo de glosas es que están inmersos en la improvisación”.

Los integrantes de la legislatura local de Zacatecas debieron considerar que si alguna comparecencia con motivo de la glosa del segundo informe del gobernador es de especial pertinencia, es la del secretario de Seguridad Pública.

Muchas dudas pudieran aclararse mediante un ejercicio informado, inteligente y de cara a la ciudadanía, la falta de quórum que frustró la oportunidad describe a una clase política sin brújula, lo que nos convoca a intensificar la deliberación pública sobre el tema de la violencia en los ámbitos extraparlamentarios.

La revelación del fiscal de que los 15 liberados de su cautiverio en Fresnillo estuvieron sometidos a trabajos forzados da cuenta de la enorme mutación que experimenta la actividad del crimen organizado en Zacatecas. En los años ochenta del siglo pasado el entonces llamado cártel de Guadalajara cultivó droga en varias regiones del estado, ocupando hombres y mujeres de las empobrecidas comunidades a cambio de una paga. En los tiempos que corren, las bandas dan constantes signos de insolvencia financiera, circunstancia que las torna más peligrosas por el modo con el que resuelven sus urgencias.

Rubén Moreira, exgobernador de Coahuila que recibió su estado en llamas, puso en práctica un criterio que le dio resultados, ”el problema de la violencia en un estado es responsabilidad de su gobernador”. Siempre he pensado lo mismo y el tiempo me ha dado la razón, 17 años después seguimos sin erradicar la violencia a pesar de tantos soldados, marinos y policías federales.

Un factor que explica la actitud dependiente del gobierno del estado es el financiero. Los ayuntamientos y el gobierno del estado necesitan destinar más recursos para contratar con salarios dignos, capacitar y equipar a los efectivos que resguarden vidas y bienes de los zacatecanos pero la cobija no alcanza, por eso es inevitable aplicar criterios de austeridad rigurosos pero razonables y levantarle la canasta a la élite dorada, además de eso, creo que existen fórmulas organizativas que potencian el rendimiento de los operarios de la seguridad que vale la pena analizar.

Optimizar es camino

La Guardia Nacional será de óptima utilidad cuando sus miembros sean simultáneamente agentes de investigación, tal como sucede con la fuerza preventiva de la Ciudad de México, el primer paso al respecto es la creación en 2019, de la licenciatura en seguridad pública del Colegio Militar que forma cuadros de mando para dicha corporación.

Una reforma legislativa bien pensada en el ámbito local puede empujar el concepto de agente polivalente que optimice los recursos humanos, materiales y financieros que se aplican a la seguridad, incorporando las fuerzas preventivas a la función investigadora.

La insuficiente cobertura disuasiva puede paliarse con la suma de los agentes de vialidad, policía ambiental, policía turística al mismo fin, disponiendo que estén investidos de las mismas atribuciones preventivas generales, aunque con una encomienda especial, de manera tal que la gente que tenga a su alcance a un agente de tránsito pueda recibir el auxilio de policía porque la ley le asigne tal investidura.

En días recientes los medios publicaron que el obispo Sigifredo Noriega, el rector de la UAZ Rubén Reyes Ibarra y el líder de los masones Oscar Campos, pactaron conjuntar esfuerzos contra el consumo de drogas, me parece un gran mensaje por venir de identidades tan disímbolas que enfatizan la relevancia del desafío.

La violencia asociada al consumo de drogas tiene como motor principalísimo el cada vez más crecido consumo en los Estados Unidos, las drogas más destructivas no son las sembradas y procesadas en rústicos espacios en sierras y selvas, las que verdaderamente tienen en desgracia a la humanidad son las elaboradas por la industria farmacéutica sin controles suficientes, como el fentanilo, cuyo poder adictivo es superior a todo lo conocido.

¿Qué onda, diputados?

Somos vecinos del más grande mercado de consumidores del mundo, estamos condenados a la actividad proveedora de las bandas de tal forma, que bandas de todo el planeta tienen en nuestro país como la mayor antesala y a Zacatecas como lugar de tránsito de la antesala.

Lo que nos queda a los zacatecanos es poner en forma el esquema de seguridad pública que neutralice hasta donde es posible las consecuencias de semejante flagelo, para lo cual es indispensable luchar porque la población local no constituya un mercado lo suficientemente rentable para que se lo disputen violentamente al mismo tiempo que invertimos tiempo, dinero y esfuerzo en cuerpos policíacos confiables.

Una función esencial de la legislatura es la deliberación pública de los grandes asuntos, un diputado no habla a nombre propio, es representante popular, pero lo que se ha visto en el ciclo de glosas es que están inmersos en la improvisación.

Son a la vez víctimas y culpables de vacío de liderazgo.

Nos encontramos el jueves en Recreo

@luismedinalizalde | [email protected]




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