Lo que muestra el desastre

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Un hecho fortuito de la naturaleza mostró la abismal diferencia entre dos aparatos públicos estatales. El colapso del bordo San Aparicio que inundó Genaro Codina, Zacatecas, movilizó a los gobiernos de Zacatecas y Aguascalientes, pues como bien es sabido, la lluvia que cae en esa región de Zacatecas sigue su curso hacia el vecino territorio. … Leer más

Un hecho fortuito de la naturaleza mostró la abismal diferencia entre dos aparatos públicos estatales. El colapso del bordo San Aparicio que inundó Genaro Codina, Zacatecas, movilizó a los gobiernos de Zacatecas y Aguascalientes, pues como bien es sabido, la lluvia que cae en esa región de Zacatecas sigue su curso hacia el vecino territorio.

Mientras que Zacatecas comunica la instalación de dos refugios provisionales, Aguascalientes, a unas cuantas horas anuncia que la coordinación de protección civil pone a disposición 43 albergues con comida caliente, cobertores y protocolos sanitarios.

La enorme diferencia entre la operatividad y suficiencia entre ambos estados no nació ayer, es resultado de un proceso que arrancó hace medio siglo, dejando en el pasado la etapa en que teníamos condiciones más o menos similares y en renglones específicos, con delantera de nuestra entidad.

Hay decisiones e indecisiones, omisiones y planes deficientemente ejecutados que son clave de nuestros rezagos, conocerlos es un requisito para no repetir lo que no funciona.

Nuestra clase política tiene que preguntarse las razones por las cuales, Aguascalientes no gasta un peso de su presupuesto local en salarios del magisterio, mientras que Zacatecas conserva un significativo porcentaje de sus maestros excluidos del gasto federal. ¿Cuál es el trasfondo del hecho de que Aguascalientes tenga un gasoducto desde la década de los ochenta del pasado siglo totalmente financiado por el Gobierno Federal mientras que nosotros, apenas tengamos uno con pobre cobertura y de carácter privado?

La improvisación de políticos es la apuesta por la inexperiencia. Tal ha sido la constante en la selección del personal de dos de los tres poderes en Zacatecas, salvándose el Judicial porque no se integra por la vía del voto ciudadano, la improvisación se reproduce, a veces con más fuerza, en cabildos y presidencias municipales, quien lo dude, que haga un repaso de trayectorias de los ocupantes de cargos públicos y descubrirá que Zacatecas paga un elevado costo derivado del amplio margen que tienen gobernantes, caciques y cúpulas partidarias de imponer candidatos a cargos sin la participación amplia de las bases partidistas y sin consenso ciudadano, solo así fungen como piezas de ajedrez.

Incultura institucional

David Monreal hereda la tarea de solicitar fondos extraordinarios ante el Secretario de Hacienda para completar el ejercicio del 2021, la administración de Tello le dejó un pendiente que ningún otro ha dejado al sucesor al no dejar fondos para pagar la nómina en su totalidad, lo urgente no debe desplazar el interés de saber hasta dónde llega el desastre financiero que denunció en su rendición de protesta y que se confirma con el episodio.

Pero también le corresponde asumir la batuta en la etapa que bien podemos bautizar como la de “de lo perdido lo que aparezca” porque el presupuesto del 2022 se confeccionó sin su participación como les sucede a todos los gobernadores en su primer año fiscal, en ese sentido, la estridencia anual de los que “defienden Zacatecas” no debe distraer la tarea de argumentar en comisiones de la cámara de diputados (que todavía no se integran, por cierto) y coordinadores de fracciones parlamentarias, andar hablando con secretarios de la administración pública a estas alturas, es solo perder el tiempo.

Los diputados opositores que se insertan en la discusión presupuestal arremetiendo contra la fracción que por ser mayoritaria es determinante, no están hablando por Zacatecas sino por sus partidos, no les importa obtener ajustes posibles y deseables, construyen narrativa electoral. Lo correcto es que todos los diputados operen en coordinación con el Ejecutivo.

El liderazgo del gobernador es insustituible en la negociación presupuestal porque del Ejecutivo depende la administración pública que gasta el presupuesto, que jerarquiza prioridades, que supervisa, que hace llegar a la federación lo recaudado, el ejecutivo integra anualmente su pliego petitorio, las participaciones y las aportaciones son variables casi rutinarias, pero los proyectos ejecutivos de desarrollo regional son una oportunidad promisoria si se tienen plan, proyectos y capacidad ejecutora.

Los integrantes del gabinete estatal son interlocutores ordinarios de sus homólogos de la administración federal. Un gobierno que designa funcionarios pensando en clientelas electorales puede ofrecer buenos resultados en votaciones, pero jamás en desarrollo, en Zacatecas ha sido puesto en manos de improvisados para la función, pero expertos en operación electoral, por eso nos va tan mal.

Estridencia sin sentido

David Monreal tuvo el infortunio de ser borrado de escena el día de su toma de posesión por la foto de su hermano con Marcelo Ebrard, esto no debe repetirse en la gestión de recursos extraordinarios para sacar el 2021 ni en los ajustes salvables en el presupuesto del 2022, si el protagonismo de otros opaca su liderazgo, le restan eficacia y a los zacatecanos, porvenir. Nos encontramos el jueves en El Recreo.




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