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El recreo

La virtuosa exigencia social

La virtuosa exigencia social

José Luis Medina Lizalde.

La discusión pública de las vacaciones en Europa de Ricardo Monreal, Mario Delgado y otros menos conocidos, así como la de Andrés Manuel López Beltrán en Japón, es un episodio muy sano de nuestra vida colectiva.

J. Luis Medina Lizalde
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31 de julio 2025

La austeridad republicana ya es exigencia social, el rechazo decidido a la ostentación de privilegios habla de la salud moral del pueblo mexicano.

Si permitimos la adopción de hábitos de élite en los políticos, los habremos perdido como aliados del cambio de verdad.

La discusión pública de las vacaciones en Europa de Ricardo Monreal, Mario Delgado y otros menos conocidos, así como la de Andrés Manuel López Beltrán en Japón, es un episodio muy sano de nuestra vida colectiva. Al final, solo resultará gravemente dañado aquél al que se le compruebe  que utilizó dinero público.

No es odio al rico lo que subyace detrás del rechazo a todo signo de riqueza, es la legítima rebeldía contra la incongruencia de quienes todo le deben a un movimiento cuyo pensamiento humanista se condensa en la expresión “Por el bien de todos, primero los pobres”. No debemos olvidar que el Obradorismo asume el respeto a “la riqueza bien habida” al mismo tiempo que denuncia la que es fruto del abuso y la corrupción.

La historia enseña que hay quienes naciendo ricos optan por los intereses de los pobres, como el teórico mecenas de Carlos Marx Federico Engels o Fidel Castro, como Leona Vicario y Francisco I. Madero, los hay también que habiendo nacido pobres se definieron a favor de los ricos de su tiempo, tal es el caso de Victoriano Huerta y Ernesto Zedillo.

Nadie que sepa de historia se sorprende que en la Cuarta Transformación participen adinerados como Arturo Ávila, rico empresario radicado en Aguascalientes o su compañera de bancada Teresa Ortiz Healy, hija del propietario del Universal, o la muy estratégica empresaria Altagracia Gómez que codo a codo con Claudia Sheinbaum cultiva con gran éxito el respaldo del sector privado al “Plan México”.

Hoy la exigencia social se expresa instantánea, espontánea y masivamente por lo que alcanza un poder sin precedente, no fue así cuando algunos generales de la revolución mexicana se convirtieron en hacendados, lo que los llevó a suavizar las medidas de justicia social comprometidas, seguramente había inconformidad popular con quienes hacían ostentación de privilegios aborrecidos durante el Porfirismo pero entonces la exigencia social no tenía los cauces que hoy la potencian.

Clientela temporal

La campaña en los medios de comunicación “primero fusilando y luego averiguando” refuerza el valor de la austeridad republicana, aunque no sea su propósito, coincide sin esperarlo, con el sentir de los que fundaron el movimiento contra los privilegios que reniegan del comportamiento de los que no representan dignamente los valores fundacionales y al que las más de las veces se sumaron por conveniencia más que por convicción (no me refiero a los “viajeros” del caso).

El ciudadano promedio lo que rechaza es el uso del dinero público del que se valen ocupantes de cargos públicos para viajar por el mundo, que ocupan hoteles de lujo y consumen en los más caros restaurantes con cargo al presupuesto.

La clase política mexicana es mayoritariamente de origen social modesto, su identidad con su origen se opaca mediante la adquisición temporal de hábitos de élite a la que no pertenece, los meseros que tienen muchos años atendiendo la clientela rica en nuestro entorno son testigos de que hay una “clientela flotante” integrada por funcionarios encumbrados, presidentes municipales, diputados y demás, que una vez que no vuelven a ser comensales de los restaurantes caros hasta que vuelven a ocupar un cargo, esa conducta ha generado hartazgo social estado por estado, municipio por municipio.

Es muy sabido que en las legislaturas las diferencias entre los que militan en diversos partidos se hacen a un lado para darse así mismos ingresos indebidos y sobornos institucionalizados.

La resistencia a la austeridad republicana intentó descarrilar el cambio votado en las urnas, Irma Piña, pisoteando su investidura y en vergonzosa complicidad con Alito Moreno, buscó el acuerdo con Magistrados del TRIFE para desconocer la victoria de Claudia Sheinbaum, los burócratas encumbrados del INE, bajo la conducción de Lorenzo Córdova recurrieron al amparo sabiendo que encontrarían eco en jueces más comprometidos con sus propios privilegios que con la constitución.

Deber de congruencia

¿Tienen derecho a vacacionar en el extranjero las figuras de la Cuarta Transformación? Si siempre que lo hagan con su propio dinero.

¿Es congruente alentar hábitos de élite en un movimiento contra la desigualdad?  Desde mi punto de vista ese descuido es el germen de la descomposición que anula revoluciones.

La exigencia social de austeridad es tan fuerte que ya podemos hablas de una victoria cultural, el culto al “político exitoso” nos hizo admirar a corruptos encumbrados.

Eso ya no pasará.

Pero no confundamos la exigencia social genuina con las historias inventadas para fines difamatorios.

La exigencia social debe alentarse.

Nos encontramos el lunes en Recreo

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