La niña Camila

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

La insuficiencia de los servicios públicos es efecto de las prioridades que se fijan año con año en los presupuestos públicos.

Cada que ocurren crímenes espantosos entra en circulación automática el diagnóstico:” Es la descomposición social”, no es la excepción el asesinato de la niña Camila y el linchamiento de la mujer que, al parecer, con toda sangre fría, planeó el artero crimen en Taxco, Guerrero.

Lo que no ha estado bien es reducir la expresión de “descomposición social” a explicación instantánea y permitir que todo siga por las mismas hasta que otro episodio de gran impacto ponga a circular la docta dictaminación al instante.

¿Por qué si ya conocemos la fuente de tantos males no ponemos remedio?

Deduzco que porque no se quiere admitir que la descomposición social es fruto podrido de la política.

México cuenta con recursos suficientes para que estados como Guerrero salgan de la miseria, la insalubridad y el analfabetismo que incuban tanta violencia ciega desde tiempos inmemoriales, pero ¿qué ha pasado?  Nos han gobernado durante muchos años políticos que no distinguen entre la salud y la educación como servicios públicos y la salud y educación como negocios privados a los que ellos si pueden acceder, aunque gobernados como los guerrerenses no tengan la misma posibilidad. La descomposición social es efecto de la insuficiencia de los servicios públicos responsabilidad del estado.

La insuficiencia de los servicios públicos es efecto de las prioridades que se fijan año con año en los presupuestos públicos, en la avaricia de la burocracia dorada avarienta (Ministros de la SCJN) y en la voracidad de los que desde los medios de comunicación han acumulado fortunas en base a dinero de los impuestos de los que se han apropiado a cambio de “jalar”.

El drama de la niña Camila mostró que ni el ministerio público, ni la seguridad pública, ni el poder judicial locales estuvieron a la altura de su deber, su falta de reacción oportuna encendió los ánimos y la gente, que se había organizado para evitar la fuga de los asesinos, no tuvo la paciencia para esperar que llegaran las órdenes de cateo y de aprehensión correspondientes, la ira los desbordó y la tragedia se multiplicó.

Podredumbre política = Descomposición social

El asesinato fue evidenciado por la cámara de video vigilancia de una casa vecina, no fue fruto de investigación policial alguna, por eso las autoridades y los pobladores tuvieron acceso a la información al mismo tiempo ¿Alguien vio al presidente municipal en el lugar de los hechos? El Anda en lo suyo, buscando la reelección.

Jorge Álvarez Máynez ha tenido el decoro opositor de no lucrar con la tragedia de la niña, quién si lo hace es la menos indicada, Xóchitl Gálvez, justamente la que más obligada estaría a no hacerlo dado que su hermana tiene más de 12 años en prisión por participar en secuestros crueles, en dónde a las víctimas se les mantenía en jaulas y algunos casos se les mutilaba mientras cobraban el rescate ¿Acaso no sabe que la descomposición social no nace en este gobierno ni se reduce a Guerrero? ¿Ni en carne propia aprende?

Llamamos “elefante reumático” al enorme ejército de servidores públicos en dónde los honestos y eficientes son opacados por negligentes y corruptos que introducen inercias que atrofian la capacidad de respuesta de las instituciones públicas ante emergencias naturales y sociales ¿Podría ser de otro modo en un país donde los recomendados por influyentes por razones de afecto o parentesco se suman a los que consiguen chamba por compromisos de campaña?

Si la descomposición social es fruto trágico de la política, revertirla significa desplazar modos y visiones de hacer política que la provocan.

Nos hemos acostumbrado a tener en el radar solo a la cabeza política, no al cuerpo del que depende que se ejecute lo que decide la cabeza, para remediar las situaciones de fondo no podemos continuar con semejante reduccionismo.

Los candidatos deben tener vedado disponer de empleos públicos a cambio de apoyo electoral porque por esa vía han llenado de ineptos, negligentes y corruptos el servicio público de estados y municipios.

Primero los pobres

El dinero público tiene que priorizar la atención a los más pobres, eso de que “si les va bien a los de arriba les va bien a los de abajo” es exactamente al revés, muchos de los de arriba ya se dieron cuenta, por eso Salinas Pliego no recibe más apoyo que el de sus empleados y aspirantes a serlo.

La descomposición social que produce la política tiene una fuente contemporánea de innegable importancia: Los partidos políticos compiten entre sí para ver quien postula a más impresentables e ignorantes con tal se acomodar incondicionales, cuates y parientes.

La tragedia de Taxco es la de un pueblo al que le han robado su plata.

No lo olvidemos.

Nos encontramos el jueves en Recreo

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