Juntos son dinamita

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Los órganos electorales en México reciben el estatus de autónomos, respecto a los poderes formales de la República, pero la autonomía que les falta es respecto a los poderes fácticos. En eso no hay culpas, es consecuencia de la serie de adaptaciones de la institucionalidad operadas para darle permanencia al neoliberalismo, tal circunstancia explica la … Leer más

Los órganos electorales en México reciben el estatus de autónomos, respecto a los poderes formales de la República, pero la autonomía que les falta es respecto a los poderes fácticos. En eso no hay culpas, es consecuencia de la serie de adaptaciones de la institucionalidad operadas para darle permanencia al neoliberalismo, tal circunstancia explica la súbita conversión de los defensores del viejo régimen al legalismo radical. Quién lo dijera, pues fue justamente durante la vigencia plena del viejo régimen cuando el estado de derecho fue ficticio, discursivo meramente. Tal circunstancia hace inevitable el gradualismo de la transición al nuevo régimen, pues tanto los órganos constitucionales autónomos, como muchas normas constitucionales y legales expresan al viejo régimen, el que subordinó el poder público a los poderes fácticos.

La operación facciosa de cancelar las candidaturas de Raúl Morón a gobernador de Michoacán y a Salgado Macedonio de Guerrero, es una de tantas de las acciones militantes en contra del proyecto que encabeza el presidente López Obrador: concebir al INE y al Trife como neutrales políticamente es una ingenuidad, ellos son herencia del viejo régimen y se comportan como tal, los que no están en su papel son los que desde la cúpula de Morena, teniendo a Mario Delgado como cabeza visible, optaron por asumirse poder fáctico y no como  líderes institucionales, provocando, a lo mejor no concertadamente, el empantanamiento de la fuerza partidista sostén de la #Cuarta transformación, finalidad obsesivamente perseguida por otro poder fáctico cuya cabeza visible es Lorenzo Córdova, herencia del salinismo electoral. Mis razones para pensar así las resumo en lo siguiente:

La poderosa dupla

Morena fue obligado a renovar al dirigente nacional por los órganos electorales cuando por primera vez en la historia violaron la disposición que establece que una vez establecido el año electoral no es procedente cambiar de dirigencias.

Por primera vez en la historia, los órganos electorales avalaron un método de elección no previsto en la normatividad interna, dado que la encuesta es uno de los tres métodos estatuarios para cargos de elección popular.

Por primera vez en la historia, los órganos electorales permitieron dos veces la repetición de la encuesta, debido a que las dos primeras le dieron el primer lugar a Porfirio Muñoz Ledo sobre Mario Delgado.

Por primera vez en la historia, los órganos electorales ordenaron que no contara un requisito legal que le impedía ser presidente a Mario Delgado por no ser miembro del Consejo Nacional.

Por primera vez en la historia, el INE aplica criterios contra la sobre representación el Congreso ciertamente plasmados en la Constitución, pero nunca aplicados hasta ahora.

Mario Delgado se aplica en la otra parte de la tarea, impuso candidatos mediante groseras violaciones transgresiones estatutarias y encuestas fantasmas.

En vez de promover la superación de desacuerdos, en cada estado que visitó insultó a los inconformes calificándolos de “ambiciosos vulgares” y los invitó a salir de Morena.

No solo no ha dialogado con los morenistas de más de 20 estados en permanente protesta en la sede nacional del partido, sino que con todo desprecio les espetó que, si por él fuera, “se pueden quedar a vivir allí”.

En la entrega de candidaturas priorizó a los que proceden del PRI, aunque hay de los demás partidos y hasta uno que otro de Morena.

Sabotea a los dirigentes legítimos y legales de Morena en cada estado hasta reducirlos a lo testimonial, en espera de que truenen para deshacerse de “estorbos” en la renovación de dirigencias estatales y así reinar en absoluto.

Mario Delgado recibió un partido con sólidas expectativas de victoria en 14 de 15 estados que eligen gobernador, a estas alturas todo apunta a varios fracasos (¿o triunfos?).

                               El movimiento, la alternativa  

Mario Delgado “desobradorizó” la oferta electoral de Morena cuando vienen retos de gran envergadura histórica como la consulta popular del juicio a los ex presidentes a celebrarse el primer domingo de agosto del año en curso, después habrá la primera consulta ciudadana para ratificar o revocar el mandato presidencial, prevista para el primer semestre del próximo año, además de la lucha judicial contra tiburones de la corrupción con gran poder para tener de su lado a la mayor parte de los medios de comunicación.

En Zacatecas es de una claridad contundente la afinidad con Monreal de los detractores mediáticos más agresivos con López Obrador, sin disimular su beneplácito con el perfil de los candidatos a diputados y presidentes municipales postulados por la coalición que se apoya en el poder de atracción de la marca Morena, pero no en su militancia real.

El proceso de “desobradización” logrado por la dupla Mario Delgado-Lorenzo Córdova será revertido transitando del partido al movimiento amplio, plural, informado y permanente.




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