Festival Cultural y protesta

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

La ciudadanía no está dispuesta a permitir que la acción policíaca del 8 de marzo contra las mujeres quede como hasta ahora, sin que siquiera sepamos quién y porqué dio la orden.

La silenciosa protesta del grupo de mujeres portando el mensaje de “Estado terrorista” en la inauguración de la exposición “Poética de la contemplación, maestros paisajistas del Museo Nacional de Arte” en el recinto cultural de San Agustín, es un alentador testimonio de ciudadanía dispuesta a no permitir que la acción policíaca del 8 de marzo contra las mujeres quede como hasta ahora, sin que siquiera sepamos quién y porqué dio la orden.

Aquel día, la actuación de la fuerza pública mostró una gran incapacidad para prestar el servició público que tienen asignado que es el de brindar seguridad a los habitantes en su persona y en sus bienes, durante el trayecto de la marcha, una vez más, un pequeño grupo de encapuchadas  ocasionaron daños a inmuebles privados y públicos sin que la policía estatal pusiera en práctica algún operativo de neutralización de los diseñados para ese tipo de situaciones y al final del acto, cuando la mayoría de las asistentes se dispersaron, se produce la arremetida violenta  contra algunas de las que permanecían ya no en la plaza sino en la avenida lateral.

En resumidas cuentas, la fuerza pública incumplió su deber de proteger a los zacatecanos del vandalismo del pequeño grupo y agravia a todos al reprimir a las mujeres que no se cubrían el rostro ni vandalizaron a su paso, como es el caso de la inmensa mayoría.

El episodio se produce en una ciudad que ha sido escenario de más de medio siglo de protestas, muchas de las cuales han sido más complicadas para la autoridad y no obstante, sin que se haya recurrido a la represión. Los zacatecanos tenemos en alta estima el respeto a la libertad de manifestación de todas las ideas, de todas las causas, de todas las ideologías.

El discurso contra las marchas arguyendo afectaciones de tránsito con los que tanto tiempo se bombardeó a la ciudadanía no surtió los efectos buscados y se consolidó la legitimidad de toda protesta sin más restricciones que de la constitución de la república en lo referente a la afectación de terceros.

Es de reconocer que la Comisión Estatal de los Derechos humanos estuvo a la altura de su deber al hacerse presente y ser motivo de disuasión de la acción represiva y que la diputada Gabriela Pinedo Morales, del equipo gobernante intervino solidaria con las agredidas en el momento de la crisis, de ahí en demás, la reacción del gobierno ha mostrado una preocupante falta de compromiso con el respeto a las libertades cívicas de los zacatecanos al grado tal que hasta el momento de redactar estas líneas el gobernador David Monreal ni siquiera ha hecho referencia pública a los hechos que aquí comentamos.

¿Quién dio la orden?

Los diputados no han pasado de los exhortos, opinar críticamente de una actuación gubernamental está al alcance de cualquier simple mortal, los representantes populares tienen la obligación de ir más allá, para eso cuentan con atribuciones que en este caso debieran ejercer para el deslinde de responsabilidades políticas en el suceso que comentamos, empezando por identificar la instancia de donde emanó la orden y coadyuvar con la ciudadanía que reclama que la fiscalía y el poder judicial brinden justicia ´pronta y expedita en el caso que nos ocupa.

Creo que los zacatecanos estamos deseosos del éxito del festival cultural, que sean muchos los visitantes y que retornen a sus lugares de origen dando cuenta que estamos lejos de vivir en el infierno que voces interesadas propalan irresponsablemente, que es cierto que hay violencia pero que ni es de ahora ni es mayor a la de otras épocas, solo así revertiremos los visibles estragos al comercio y al sector turismo agravados por  la incapacidad de comunicar las hechos sin quitarle ni ponerle de muchas voces interesadas.

Hablarán de nosotros

Si junto con el testimonio de que Zacatecas es disfrutable por su arquitectura y cultura, por su gente y su clima, los visitantes también dan cuenta de que los zacatecanos nos negamos a normalizar la represión y por eso se protesta por lo sucedido el 8 de marzo, estarán dando cuenta de que la elevada conciencia democrática de la población es el valladar más eficaz contra el autoritarismo.

Las protestas como la que protagonizó un grupo de mujeres al inicio del festival es pacífica, legítima, ayuda a lograr la no repetición de respuestas represivas.

¿Habrá más protestas por lo sucedido el 8 de marzo en el marco del festival?

Siendo pacíficas, respetuosas del derecho de terceros, serán muy bien vistas.

¿Habrá expresiones de solidaridad de artistas?

Si son expresiones informadas y sinceras, serán para bien de la civilidad.

¿Aguantará vara el gobierno?

No le queda de otra.

Nos encontramos el jueves en Recreo

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