Doctorados en estafa

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

La sorpresiva irrupción mediática de Emilio Zebadúa  solicitando acogerse al principio del derecho penal de “criterio de oportunidad” para brindar información sobre la “Estafa Maestra” ha dado un giro al caso que mantiene en prisión a Rosario Robles, por primera vez se adjudica un móvil político para esa sucia operación que a tantos enlodó un … Leer más

La sorpresiva irrupción mediática de Emilio Zebadúa  solicitando acogerse al principio del derecho penal de “criterio de oportunidad” para brindar información sobre la “Estafa Maestra” ha dado un giro al caso que mantiene en prisión a Rosario Robles, por primera vez se adjudica un móvil político para esa sucia operación que a tantos enlodó un destino de los fondos sustraídos que no había sido mencionado: El PRI y las elecciones.

La crisis de los modelos políticos vigentes son cuando el conjunto de reglas queda rebasado por la realidad, en Estados Unidos experimentan tensiones acumuladas que no encuentran cauce electoral, toda vez que los dos grandes partidos que dominan la escena son vehículos de los mismos intereses elitistas que marginan a la inmensa mayoría ciudadana; la indefinición de la elección presidencial del pasado martes grita a toda voz la urgencia de una reforma profunda de sus instituciones. En ese sentido, nuestro país les lleva ventaja a los gringos, a tiros y tirones avanzamos en la construcción de un sistema político que se renueva mediante el principio de “Un ciudadano, un voto” y pone en retirada gradual el inventario de corruptelas que tradicionalmente contaminan los procesos electorales. Sin embargo, el escándalo que amenaza con llevar a prisión al propio expresidente Peña Nieto, describe una tradición de desvío de recursos públicos que muchos sostienen se manifestó en las recientes elecciones locales de Coahuila y Nuevo León.

Con todo y nuestra innegable delantera respecto a los Estados Unidos, es preocupante que durante las elecciones del 2021 los mexicanos asistamos a dos procesos de decisión democrática (elecciones y consulta sobre juicio a ex-presidentes) con órganos electorales mermados en su legitimidad por la contaminación de grupos de poder de distintos orígenes que han determinado fallos torcidos en perjuicio de intereses generales. Dichos órganos no han cumplido la tarea de garantizar la observancia cabal de los principios de legalidad, certeza e imparcialidad inherentes a toda democracia.

Ya no acumular basura

El horizonte que se abre ante los mexicanos es el de sacar la basura al mismo tiempo de tomar las providencias para que nunca más se acumule, por eso no debemos conformarnos con llevar a la cárcel a los miembros de la élite, autores de delitos,  sino reformar la maquinaria estatal para que los comportamientos delictivos sean la excepción castigable y no la regla de impunidad, dando paso a reformas de alta eficacia, la eliminación de todos los fueros y la no prescripción de la corrupción pública en las esferas de mando, castigo de la omisión o encubrimiento con similar penalidad a la aplicable a la comisión del delito, entre otras.

La maquinaria del estado mexicano permite la ininterrumpida marcha de políticos con expedientes abiertos por acciones u omisiones contrarias a la legalidad, saltan de puesto en puesto y de elección en elección, sin que su mala reputación les afecte, su éxito es proporcional al fracaso del país; han procreado una clase de políticos avarienta y mezquina, sin lealtad a causas ni partidos, diestros en el arte de traicionar y expertos en quitarse o colocarse máscaras a conveniencia, ese tipo de “opciones” se colarán a las boletas electorales y algunos van a ganar.

La cadena de impunidad tiene como eslabones a las contralorías de la administración pública, los órganos auditores adscritos a las legislaturas, las fiscalías, los jueces, los cuerpos colegiados etc. En alguno de esos eslabones se produce la falla que desemboca en impunidad, la pelota pasa de cancha en cancha hasta que la perdemos de vista. El político con cola que le pisen sabe moverse con gran agilidad en el campo mediático, logra silenciar lo que a sus intereses conviene, se las arregla para que lo refieran como político honorable, como “bien amado” y se da el lujo de menospreciar a ese gran aliado de la gente que es el periodismo profesional que investiga, que practica la independencia editorial sin alarde y sin sesgo malicioso, aunque se abre una rendija para los simples mortales mediante los portales de transparencia y el acceso legal a la información de interés público para que indague, explore la trayectoria de cada aspirante y se forma un criterio a partir de datos duros.

Votante desinformado elige corruptos

Lo nacional no existe sin lo local y viceversa, los mexicanos habremos de votar por una Legislatura Federal que auxilie los cambios anhelados o los estorbe; también habremos de optar por quienes nos gobernarán desde el estado y municipio, por la integración de cabildos y legislaturas.

Los eslabones de la impunidad siguen tardando dictámenes, ganando tiempo y exponiendo a ciudadanos honestos a seguir votando por políticos sin ética, solo la información verídica nos salvará, pero debemos buscarla lejos del periodismo maiceado.




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