Contextos locales determinantes

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Lo que ayer ocurrió en Chihuahua ha ocurrido tantas veces en Zacatecas que ya es hora de revisar el enfoque que oscurece y minimiza el contexto local.

Como signo de los tiempos, la primera noticia de impacto nacional del año nuevo en materia de seguridad ocurre en una prisión estatal de Chihuahua ubicada en Ciudad Juárez, dónde según el recuento inicial, hubo un enfrentamiento en el cual pierden la vida 10 custodios y cuatro reos y se fugaron 24 internos. A pesar de que en los estados se producen la mayor parte de los hechos asociados al crimen organizado (homicidios, fugas de reos, desapariciones, secuestros, principalmente), el tratamiento informativo, tan contaminado de pasión partidista, no fija la atención pública en los contextos estatales, sugiriendo la equivocada percepción que minimiza su importancia en los resultados globales.

Con Chihuahua, Zacatecas comparte 3 elementos de contexto: Una clase política fragmentada hasta la esterilidad y un sistema local con elevada dosis de corrupción. Ambas circunstancias le permiten al crimen organizado contar con personal del estado a su servicio (agentes policiales y funcionarios facilitadores) y un territorio muy grande con núcleos poblacionales dispersos. Hay elementos de ambos contextos locales que no compartimos siendo el principal el que Chihuahua es estado fronterizo con el mercado consumidor de drogas más grande del mundo y Zacatecas se ubica en el centro norte del país.

Lo sucedido ayer en el penal estatal número 3 de Chihuahua muestra la importancia de fijar la atención en el estado de cosas de cada entidad federativa para poder explicar los contrastes entre algunas entidades y otras en materia de seguridad. Cada estado tiene el reto de diseñar planes y tácticas propias, porque unas entidades tienen una alta concentración poblacional en territorio reducido (Aguascalientes) con altos niveles de conectividad terrestre y aérea y otras registran una dispersión poblacional y precariamente comunicada en sierras y desiertos (Zacatecas).

La comprensión de la inseguridad en el país no admite recetas simplificadoras, quien busque la causa en el crecimiento económico regional se dará un frentazo con Guanajuato, estado con el más alto número de homicidios y con elevadas tasas de inversiones y empleo.

Mucho tiempo sin dar el ancho

Los Zacatecanos no tenemos de otra, ningún gobierno ha dado el ancho frente al crimen organizado porque ha incumplido su tarea por la conchudez de usar como excusa a Felipe Calderón primero, a Peña Nieto después y ahora a López Obrador.
Se alienta que la opinión pública no distinga competencias ni jurisdicciones, lo que ha permitido que la impunidad no se reclame a las instancias responsables de que los delitos no queden impunes cuando son del fuero común, es decir, la mayoría de los que se cometen en territorio zacatecano.

Se siembra la falsedad de que los titulares de Seguridad pública es decisión del gobierno federal, siendo ello una forma cínica de no asumir responsabilidad sobre el desempeño del mismo al que cuando se agota su vida útil como pararrayos se le quita con la mano en la cintura.

En un primer momento el gobierno del estado controló a los medios para que no publicaran los hechos violentos, cerrando la pinza con la intimidación del crimen organizado con el mismo fin, su argumento era el que no debería afectarse la imagen del estado, con el tiempo, la expansión de las redes hizo inútil ese control y el gobierno deja de censurar, aunque omitiendo informar cómo es debido dando como resultado que seamos campeones nacionales en percepción negativa.

Errada escala de prioridades provocó que Zacatecas tuviera sede de la procuraduría muy apantallante, años antes de contar con instalaciones forenses funcionales, mientras que un prolongado tiempo de esta etapa se hacían autopsias en el panteón de Fresnillo y en Zacatecas se contrataban regularmente camiones refrigeradores de los utilizados para traer al terruño productos del mar con la finalidad de guardar cuerpos de personas sin identificar.

El fracaso viene de lejos

Ha sido tal el abandono de las responsabilidades propias que hoy el municipio de la capital dispone solamente de un 55 por ciento de los elementos de seguridad pública con los que contó en el trienio 1992 1995, situación que es más desalentadora en el resto de los municipios.

Hubo un momento que se anunció la posible supresión de cárceles distritales debido que el número de reos era muy inferior a la capacidad instalada tan solo en el penal de Cieneguillas, no porque no hubiera delincuentes en activo, sino porque nunca los agarraban.

Lo que ocurrió en Chihuahua reafirma la importancia de los contextos locales, los gobiernos estatales que lo toman en cuenta son los que mejores resultados ofrecen a sus ciudadanos.

Lo que ayer ocurrió en Chihuahua ha ocurrido tantas veces en Zacatecas que ya es hora de revisar el enfoque que oscurece y minimiza el contexto local.

@luismedinalizalde-luismedinalizalde-gmail.com




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