Murió don Gabriel de Ávila

Óscar Fernández Sánchez.
Óscar Fernández Sánchez.

La noche de antier falleció Don Gabriel de Ávila Reséndez quien desde el año 2005 a la muerte de su papá Don Gaby de Ávila, se venía desempeñando como Jefe del grupo de Monosabios en la Plaza Monumental Zacatecas. El pasado martes 22 se informó que Gabriel se encontraba internado en el Hospital General Zacatecas … Leer más

La noche de antier falleció Don Gabriel de Ávila Reséndez quien desde el año 2005 a la muerte de su papá Don Gaby de Ávila, se venía desempeñando como Jefe del grupo de Monosabios en la Plaza Monumental Zacatecas.

El pasado martes 22 se informó que Gabriel se encontraba internado en el Hospital General Zacatecas de la SSZ aquejado de un problema hepático y se requerían donadores de sangre.

Gabriel de Ávila Reséndez.

Lamentablemente, la noche  del sábado, poco después de las 22 horas falleció el que fuera uno de los hijos de Don Gabriel de Ávila Muro quien por más de 50 años fuera Monosabio  desde  el viejo coso San Pedro.

Su cuerpo fue velado en la Sala A de Capillas ISSSTEZAC y ayer domingo luego de la Misa de Cuerpo presente celebrada en el Templo Parroquial de Nuestra Señora de Fátima fue sepultado en el Panteón de  Herrera.

El fundador de una dinastía de monosabios, don Gabriel de Ávila Muro.

Hablar de Gabriel de Ávila Reséndez es hacer referencia  a su abuelo Gabriel de Ávila Muro nacido en Villanueva, Zac., quien desde los años 50” del siglo pasado se integró al incipiente grupo de monosabios encabezado  por  el recordado Jesús de León quien también  fungió como “guardaplaza” en la recordada Plaza de Toros San Pedro.

En una entrevista que le hice a Don Gaby en noviembre del 2003 evocaba con emoción el trabajo del  monosabio en una plaza que no tenía callejón y en donde todas las maniobras se dificultaban.

Gabriel de Ávila Reséndez con el grupo de monosabios en la Monumental Zacatecana, al lado del MT Antonio Romero.

Los toros eran llevados  a unos espacios pequeños e incómodos y el día del festejo había que estar muy atentos para  lo que  el llamaba “chonguear” al burel, o sea colocar la  divisa en un espacio reducido y que  en muchas ocasiones no lo podía hacer un gran personaje  como lo fue Don Manuel y Medio.

Recordó asimismo los esfuerzos de los 4 o 5 monosabios para librar  a los caballos de alguna cornada o en los “tumbos” ayudar a levantar al caballo y al picador y llevarlos fuera  del ruedo  por la puerta correspondiente.

Impecable luciendo el atiendo de monosabio, Gabriel de Ávila Reséndez.

También había que entregar las  banderillas por una pequeña rendija ubicada en la puerta que estaba a un lado del burladero de  matadores, colaborar en el arrastre  del toro hacia el “destazadero” , arreglar el ruedo utilizando el rastrillo y por si fuera poco “barrer” los tendidos de sol y sombra.

Era todo un espectáculo y a base de esfuerzo  y echarle ganas  las cosas salían bien ¡concluía  su plática Don Gabriel quien recordaba  con emoción y agradecimiento  al que fuera Juez de Plaza Don Humberto Cervantes y a  Jesusito Ávila, el Peluquero.,

En l976 en ocasión de la inauguración de la Monumental  zacatecana, el señor de Ávila Muro siguió participando como monosabio y se convirtió en el jefe  y decano de este grupo hasta  el primero de mayo del 2005 en que falleció.

Para entonces, en el grupo de  Monosabios  ya se habían integrado prácticamente  los  12  hijos  de  Don Gabriel casado con  doña Esperanza  Reséndez Sotelo ( ella falleció el 16  de julio del 2012 ), algunos  estuvieron poco tiempo, otros permanecieron  mas e incluso se incorporaron nietos  de Don Gaby como es  el caso  de  los hermanos Fabián y Jesús  hijos  de  Rubén ( qepd), Efrén hijo de doña Ma. Soledad de  Ávila y quien fue muy gentil  en facilitar el material gráfico que acompaña esta columna y otros más.

Ayer por la noche la familia  de  Gabriel, informó que habrá  desde hoy lunes un Novenario de  Misas en donde fue   su hogar en la Colonia Francisco E. García.

Expresamos una respetuosa condolencia  a la Familia De Avila/López,  a la señora Ana Bertha López  y sus hijos, Luis Eduardo, Ana Gabriel y Marco Antonio.

¡Descanse  en Paz!




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