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Hace varios años leí una columna periodística en IMAGEN firmada por Raúl Carballeda Torres intitulada “El Vino y los Toros”.
El pasado jueves dos de enero ha sido un día muy especial para un servidor.
Hace varios años leí una mañana dominical una columna periodística en IMAGEN firmada por Raúl Carballeda Torres intitulada “El Vino y los Toros”.
Quien escribe esta columna tenía poco tiempo de haber iniciado en el Diario de los zacatecanos la columna taurina “Desde el Tendido” gracias a la gentileza e invitación del recordado Eugenio Mercado Sánchez “Pacelli” (QEPD).
Algunos días después de la lectura de esta columna busqué a Don Raúl y le invité a mi programa radiofónico “Fiesta Brava” que se transmitía los jueves a las 8 de la noche en una de las emisoras del Grupo Radiofónico Plata y que luego cambió de nombre a “Fiesta de Toros”.
Raúl aceptó y desde entonces se inició una extraordinario relación personal y de colaboración periodística que se alargó por más de 13 años.
Pero lo interesante, curioso y extraño es que en esos trece años NO hubo la oportunidad de conocernos en persona.
Y por fin llegó el gran día.
Previas llamadas telefónicas con Raúl Carballeda Junior se fijó la tarde del jueves 02 de enero del 2025 para reunirnos en un Restaurante del Centro Histórico de la capital zacatecana.
Emotivo por todos conceptos fue el saludo y el abrazo que nos dimos ante las miradas de Raúl y Paty, los hijos de este hombre que estaba sorprendido y emocionado.
Durante tres horas hablamos de nuestra pasión, los toros, de sus otros gustos y aficiones, de su familia, de la vida en general.
Ya referí que Raúl fue un extraordinario colaborador por más de 13 años en mi programa radiofónico semanal “Fiesta de Toros” transmitido en una emisora de la capital zacatecana.
Nacido en la capital del país en marzo de 1938 está por cumplir 87 años de vida, en la actualidad radica en San Bartolo Naucalpan, en el estado de México y también tiene casa en Tequisquiapan, Querétaro.
No solo hablaba Raúl de toros en su comparecencia quincenal sino además en la sección llamada “Los Toros y el Vino” nos daba una verdadera cátedra acerca de los vinos de mesa con sugerencias para su consumo.
Admiro a este hombre que a lo largo de su existencia ha dado verdaderos ejemplos de vida.
Hombre de bien que sirvió a nuestra patria como ejemplar servidor público en PEMEX mostrando siempre en su vida laboral una lealtad y patriotismo a toda prueba.
Surgieron también en la vida de mi querido amigo inquietudes artísticas pintando al óleo dejando ver en sus trazos una sensibilidad propia de un hombre que ha dado AMOR por doquier.
Y qué decir de la práctica del Golf por más de 20 años en su querido Tequisquiapan en donde además de la sana actividad deportiva supo hacer nuevos amigos.
Luego de la conclusión del programa, en marzo del presente año me llamó y me pidió prologar su nuevo libro Los diestros del Toreo.
Claro que acepté la invitación.
A estas alturas de nuestras vidas, en la más sosegada etapa otoñal de nuestra existencia, cuando ha pasado el presuroso trajín del cumplimiento del deber cotidiano y el vértigo de la velocidad del hacer todo lo que hay que hacer, porque es la obligación y la responsabilidad a cumplir; resulta un verdadero placer expresarle a Raúl desde la entrañable profundidad de mi ser una felicitación por esta nueva obra.
Y transcurridas ya algunas horas de nuestro saludo y primer encuentro personal le expreso una eterna gratitud, lo hago desde esta tierra zacatecana, bajo un cielo azul y tierra colorada, en este sitio de la típica montaña y siendo el nuevo libro de Raúl una oportunidad para conocer las historias de grandes personajes de la apasionante fiesta de los toros manifiesto mi gusto y pasión por la Tauromaquia, que vibro, gozo y me conmuevo cuando la bravura de un toro y el temple del torero hacen el milagro de crear un arte único, una emoción que no se contiene y un sentimiento sobrecogedor que no se puede explicar.
Lo hago como cuando los toreros se abren de capa, con una profunda convicción de afecto y respeto hacia una persona a quien quien y respeto: RAÚL CARBALLEDA TORRES.
¡Oleé!
¡Hasta el próximo lunes!