
Raúl Muñoz Del Cojo.
La hotelería requiere una operación 24/7 ya que cuenta con funciones críticas como la limpieza, preparación de alimentos, mantenimiento, etc.
Hemos hablado mucho de la jornada laboral de 40 horas, la cual es un concepto basado en la organización del trabajo moderno. Muchos países la han adoptado para buscar el equilibrio entre la productividad económica y el bienestar de quienes integran la fuerza laboral. Para muchos positiva, para otros negativa; lo que no podemos negar es que el tiempo que uno dedica al trabajo siempre será objeto de debates, reformas, experimentos, etc.
Si hurgamos un poco en la historia, la jornada de 40 horas nace con las luchas obreras de finales del siglo XIX y principios del XX. No debemos olvidar que en los tiempos de la revolución industrial, las personas enfrentaban jornadas extenuantes que en ocasiones superaban las 12 horas diarias en condiciones precarias y algunas veces peligrosas. Debido a estas condiciones se popularizó el lema “ocho horas de trabajo, ocho de recreo y ocho de descanso, lo que fue símbolo de lucha por una mejor calidad de vida.
Uno de los precursores de este tipo de horarios para trabajar fue Herny Ford, quien en su momento redujo la jornada laboral manteniendo el salario a sus colaboradores, teniendo como resultado una mayor productividad y lealtad entre su gente.
Si nos basamos en los estándares internacionales, la jornada laboral de 40 horas es una realidad, pero también debemos observar que las leyes de cada país son diferentes y deberán tener enfoques adecuados a las actividades que se realicen según la naturaleza de cada empresa. En Europa por ejemplo, países como Francia tienen jornadas laborales de 35 horas desde hace varios años y en los países nórdicos la media está entre 35 y 40 horas por jornada.
En nuestro país este tema está vigente y llegará como definitivo gradualmente en algunos años. Lo que me hace un poco de ruido es que no se han considerado las actividades de los diferentes sectores económicos ni el costo que la medida tome para los empleadores, detalle que hasta el momento no se ha tomado muy en cuenta. Sin duda se debe ver la forma en que tanto trabajadores como patrones se puedan adaptar a este jornal sin problema alguno.
Considero que las empresas que vendemos servicios y principalmente los hoteles, deberíamos tener alguna consideración diferente, ya que nuestro sector tiene características especiales las cuales mencionaré a continuación.
La hotelería requiere una operación 24/7 ya que ésta cuenta con funciones críticas tales como la limpieza, preparación de alimentos, mantenimiento, etc. lo que tendrá un impacto operativo muy importante.
Para poder trabajar dentro de este nuevo esquema, deberemos fraccionar turnos, duplicar personal y contratar a más personas para mantener la operación normalizada. Claro está que nuestro costo de operación aumentará sin generar productividad adicional.
Actualmente la reducción de la jornada laboral no cuenta con ajustes proporcionales en ingresos o incentivos fiscales, lo que afectará gravemente a las estructuras de los hoteles y principalmente ocasionará un gran bache en las finanzas de las propiedades.
Para los destinos que trabajan temporalidades afectará de una manera muy importante en temporada alta y de manera más directa en destinos y ciudades donde haya una mayor concentración de oferta.
Algo que no consideraron los que promueven esta modalidad es que también afectarán a los colaboradores hoteleros ya que con menos tiempo de trabajo, reducirán considerablemente sus ingresos por propinas.
La reducción de la jornada laboral requerirá forzosamente de una reingeniería de procesos operativos y administrativos para su implementación. No tengo el dato exacto, pero en la hotelería tradicional en nuestro país el costo por este servicio será un golpe fuerte para las economías hoteleras familiares, las cuales cuentan con una gran cantidad de habitaciones.
En los lugares donde se trabaja como en la hotelería (24/7), por cada 5 colaboradores se tendrá que contratar un adicional para cumplir con la jornada laboral reducida.
Se sugiere por parte de la hotelería que se establezca esta nueva jornada laboral considerando la reducción de una o dos horas anuales hasta lograr el objetivo. Asimismo se sugiere una deducibilidad al 100% de la nómina en general (impuestos y carga social), ya que actualmente esto no es así.
Se deberán homologar las jornadas diurna, mixta y nocturna, para que exista solo una sola de 40 horas. También se sugiere el armonizar el trabajo por horas (no solo las horas extras), así como el pago de contribuciones proporcional entre otras cosas.
Finalmente comentarle que la jornada laboral representa un logro histórico en las luchas sociales por condiciones más humanas y dignas. En el contexto actual, seguiremos teniendo discusiones sobre su reducción, flexibilización y adaptación.
Espero y no se descuide para bien de todos, el diálogo entre trabajadores y empleadores para llegar a soluciones justas, equitativas e inclusivas que permitan el avance hacia un equilibrio laboral satisfactorio y sostenible.
Hasta la próxima.