45 Nuevas ocurrencias
Un Pueblo Mágico es un sitio con símbolos y leyendas, poblados con historia que en muchos casos han sido escenario de hechos trascendentes para México.
Esta semana la nota turística la dio Miguel Torruco, secretario de turismo federal al nombrar 45 pueblos mágicos más, donde según ellos y tras una minuciosa revisión del Comité Técnico de Evaluación y Verificación seleccionaron las candidaturas que cumplieron a cabalidad con los requisitos establecidos en la convocatoria para el nombramiento del presente año. Con estos se suman a la lista existente de 132 localidades los que actualmente fueron congraciados con este importante distintivo.
Actualmente nuestro país cuenta con 177 pueblos mágicos, destinos que por su naturaleza y características así como su vida comunitaria, tradiciones, costumbres y otros atributos son preferidos por los visitantes nacionales y extranjeros.
Un Pueblo Mágico es un sitio con símbolos y leyendas, poblados con historia que en muchos casos han sido escenario de hechos trascendentes para México. También se caracterizan por ser lugares que muestran la identidad nacional de cada uno de sus rincones, con una magia que emana de sus atractivos; visitarlos es una oportunidad para descubrir el encanto de México.
Este programa desde su origen contribuye a la revaluación de ciertas poblaciones del país que siempre han estado en el colectivo nacional y que representan alternativas frescas y diferentes para el turismo que quiera acudir a ellos.
Y como ya se la sabe, nos daremos una vuelta a las páginas de la historia para que vea cuando surgió este interesante distintivo. Si mi memoria no me falla fue en el sexenio de Vicente Fox cuando se lanzó el programa de Pueblos Mágicos. Los tres primeros pueblos en recibir dicha categoría fueron Mexcaltitlán, Nayarit; Huesca de Ocampo, Hidalgo y Real de Catorce en San Luis Potosí en 2001. Para el 2005, a un año de terminar dicha administración, los existentes eran ya 23 para llegar a 30 a fines del sexenio.
En aquella época, el programa se consolidaba como un instrumento estratégico para el fortalecimiento y posicionamiento de localidades mexicanas distinguidas por sus singulares atractivos. La integración de este plan de trabajo respondía a una estrategia de desarrollo y diversificación de la oferta turística para mejorar la competitividad de México. Desde su inicio el programa de Pueblos Mágicos planteaba un desarrollo integral de la estructura turística con el fin de contribuir al fortalecimiento del turismo local y asegurar su sustentabilidad.
Sin duda un modelo exitoso de crecimiento e impulso al turismo que enseñó a nuestras autoridades federales y estatales a voltear a zonas no tan consolidadas como los destinos de sol y playa. Podría asegurarle que gracias a Pueblos Mágicos, Zacatecas pudo desarrollar mas producto turístico no enfocado a la capital solamente. Recuerdo gratamente en lo particular el trabajo realizado por Jerez y Sombrerete para lograr sus nombramientos, donde sus comités municipales fueron ejemplo no solo en sus ciudades sino a nivel estado. El amor demostrado por ellos a sus lugares de origen fue sin duda algo que debemos aquilatar.
Y previo a mis conclusiones daré la bienvenida a Villanueva, nuestro séptimo pueblo mágico en el estado, pero ¿porqué se seleccionó Villanueva? Aquí encontramos La zona arqueológica de La Quemada, uno de sus principales atractivos, mismo que es uno de los asentamientos prehispánicos mas importantes del centro-norte del país en el que aún es posible admirar un gran salón de columnas, una cancha de juego de pelota, una pirámide votiva y calzadas que hacen volar su imaginación de como fue la vida en este lugar.
Tenemos también la Hacienda La Encarnación, construcción considerada como una de las joyas mejor conservadas de la región, que además cuenta con un balneario de aguas termales, temazcal y spa. Cada 28 de octubre miles de peregrinos celebran a San Judas Tadeo, el patrono de los casos difíciles.
Se cuenta también con el festival del corrido “Antonio Aguilar” el cual celebra la vida y obra del artista por medio de diversas actividades culturales.
Así las cosas, sin pretexto alguno como turista nacional, internacional o como Zacatecano, lo invito a que visite Villanueva, nuestro séptimo Pueblo Mágico.
Concluyo lo siguiente referente a esta última nominación de “Pueblos Mágicos”:
A) Lo bueno. Sigue habiendo un interés palpable en estos lugares por parte del turismo, ojalá tengan la difusión pertinente en los tianguis y otros lugares que se usan para su promoción.
B) Lo regular. Desconozco el proceso de selección, mismo que creo no fue tan exigente como en los primeros pueblos que lograron esta distinción.
C) Lo malo. Con esa cantidad de nombramientos y a sabiendas de la carencia de servicios turísticos en algunos de ellos, se puede dar el fenómeno de abaratamiento de marca y perder a futuro el valor de la misma.
D) Lo pésimo. Desde que comenzó esta administración federal se acabaron los apoyos para el crecimiento y difusión de los mismos, detalle que a los nuevos los deja a merced de los recursos municipales. Ojalá y esta medida no sea una de esas locuras de fin de sexenio.
Finalmente reiterarle que nuestros siete Pueblos Mágicos tienen mucho que ofrecer. También recordarle que si los visita no solo fomenta la cultura familiar, conocerá más su estado y lo mejor, ayuda al desarrollo turístico de Zacatecas.
Hasta la próxima.