Las matrículas universitarias se han convertido en los últimos años en todo un problema para los jóvenes. Seguro que alguna vez escuchaste eso de que antiguamente solamente estudiaban los ricos, y lo cierto es que con la crisis económica parece que el país no para de involucionar. El trabajo cada vez es más precario, el … Leer más
Las matrículas universitarias se han convertido en los últimos años en todo un problema para los jóvenes.
Seguro que alguna vez escuchaste eso de que antiguamente solamente estudiaban los ricos, y lo cierto es que con la crisis económica parece que el país no para de involucionar. El trabajo cada vez es más precario, el paro juvenil aumenta, las tasas universitarias se elevan y las becas se reducen. Como resultado, tenemos una gran cantidad de jóvenes que no pueden afrontar el pago de la matrícula universitaria.
Estos consejos no solucionarán tus males, pero sí pretende ayudarte a mejorar tus finanzas con el fin de que no abandones la universidad.
Lo primero que tendrás que hacer es buscar un trabajo de fin de semana o de media jornada. Sabemos que trabajar y estudiar no es tarea sencilla, pero necesitarás unos ingresos extra si quieres pagarte tus años de estudio. Además de la matrícula, piensa que tendrás que gastar dinero en material, libros y cursos. Si vives fuera de casa y debes pagar alquiler, no tienes otra opción.
El transporte supone uno de los gastos más importantes para los estudiantes. Depende de la ciudad en la que vivas, quizás puedas dejar el coche y caminar algo más cada día o ir en bicicleta como lo es en el caso de Zacatecas.
Si esto no es posible, y vives muy lejos de la facultad, analiza tu economía e investiga si es más rentable ir en vehículo propio o en transporte público. Si no tienes más remedio que coger tu coche, puedes hablar con algunos compañeros y compartir viajes. Así ahorrarás un poquito cada día, y tu bolsillo lo notará a final de mes.
Los estudiantes universitarios no se caracterizan precisamente por su destreza culinaria, pero comer fuera de casa supone un gasto mayúsculo para la mayoría de los bolsillos.
Mi recomendación es que te prepares cada noche antes de ir a dormir la comida para el día siguiente, y te lleves el tupper a la facultad. Un peso de aquí, un peso de allá… Así es como se ahorra.
No se trata de ir directamente a casa desde la facultad, ni dejar de lado tu vida social, pero sí que debes tomar conciencia de todo lo que gastas cada vez que sales de fiesta con los amigos.
Prueba a reducir un poco el alcohol (que es carísimo y nada saludable), y verás cómo tu economía lo nota. Escoge lugares en donde no se pague entrada, ve al cine el día del espectador u organiza noches de juegos en casa.
Un punto muy importante es que en la actualidad la mayoría de las universidades ofrecen diversas opciones en cuanto becas, además es un incentivo para mantener un buen nivel académico y ahorrar al mismo tiempo.
Aunque se deberán hacer algunos sacrificios para mantener una beca, como estudiar el doble y tener menos tiempo para tener vida social, aunque les aseguramos que al final tendrán una gran recompensa.
La clave está en delimitar cuál es el presupuesto que te puedes permitir para cada cosa, e intentar reducir el gasto sin que los recortes te amarguen la existencia. ¡Ánimo!
Imagen Zacatecas – Redacción