Lo que se sabe del caso de la mujer que murió en Tulum

La mujer de origen salvadoreño, fue sometida por policías en Tulum y después murió.

QUINTANA ROO.- Una mujer murió por asfixia luego de haber sido sometida por policías municipales de Tulum, Quintana Roo; presuntamente estaba alterando el orden público.

Esta situación ha generado una ola de indignación y condena contra los oficiales.

¿Cómo ocurrió?

Según los primeros datos, los policías abordaron a la mujer y la sometieron porque estaba alterando el orden mientras estaba ebria.

En un video que circula en redes, se observa a la mujer boca abajo y con las manos esposadas; los policías estaban encima de ella a pesar de que no se estaba resistiendo.

Después se la llevaron a bordo de una patrulla, pero no se supo más de ella, hasta que ayer se informó que había fallecido.

¿Quién era ella?

La víctima de represión policial se llamaba Victoria Esperanza Salazar Arriaza, y era originaria de Sonsonate, El Salvador.

Además, de acuerdo a varios medios, tenía 36 años y dos hijas que ahora se quedaron sin su madre.

La mujer tenía visa humanitaria para residir en México.

Cesan y ejercen acción penal contra policías

La Fiscalía General de Justicia del Estado de Quintana Roo informó que ya se ejerció acción penal contra los policías responsables del sometimiento.

“Esta madrugada el fiscal del ministerio público que conoce del caso ejerció la acción penal en contra de los 4 policías municipales, una mujer y tres hombres, por su probable participación en hechos señalados por la ley como feminicidio…”, indicó Óscar Montes de Oca, fiscal general del estado.

El funcionario informó que peritos concluyeron que Victoria Esperanza resultó con una fractura en la parte superior de la columna vertebral producida por ruptura de la primera y segunda vértebra, lo que provocó su muerte.

“Las lesiones referidas son compatibles y coinciden con las maniobras de sometimiento que se aplicaron a la víctima durante el proceso de su detención y antes de fallecer”, aseguró.

Óscar Montes de Oca reconoció que la técnica policial de control corporal aplicada y el nivel de fuerza utilizado “se realizó de manera desproporcionada, inmoderada, y con un alto riesgo para la vida, ya que no fue acorde con la resistencia de la víctima, lo que ocasionó una desaceleración con la rotación del cuello, violándose con ello lo establecido en la ley nacional sobre el uso de la fuerza”.