
Pese al optimismo y la buena voluntad de la presidenta, el financiamiento de muchas de las obras anunciadas por ahora es dudoso y los avances en seguridad podrían no sostenerse.
A solo unos días de que entre en vigor el arancel de Donald Trump del 25% a las exportaciones mexicanas, la Secretaría de Hacienda publicó el viernes pasado su informe de Finanzas Públicas y Deuda Pública del primer bimestre de 2025, en el que se revela la magnitud de los recortes que la presidenta Claudia Sheinbaum ha ordenado para enfrentar el déficit fiscal que irresponsablemente le heredó Andrés Manuel López Obrador.
El gobierno ejerció 1 billón 425,519 millones de pesos en los primeros dos meses del año. En términos reales, eso representa una caída del 17% —unos 292,000 millones de pesos— respecto al mismo periodo de 2024. Además, fue 220,283 millones de pesos menor a lo programado, lo que refleja un control estricto del gasto.
Una parte sustancial del ajuste fue en las secretarías de Estado, cuyo gasto cayó 46.9% en términos reales. Un recorte brutal, pero necesario.
Los más afectados: Defensa, Seguridad, Salud, Medio Ambiente. La Sedena perdió más de 107 mil millones de pesos. Seguridad cayó más de un tercio. En Salud, el recorte fue de 30 mil millones de pesos.
No todo es recortar: programas sociales como la Pensión para Adultos Mayores y el IMSS-Bienestar salieron fortalecidos, lo que evidencia que la presidenta busca mantener el amplio respaldo popular que hoy disfruta.
El fin de semana, en Bavispe, Sonora, la presidenta afirmó que “los programas sociales serán la salvación del pueblo” ante los aranceles, pues más de 800 mil millones de pesos entregados reactivan el consumo. Pero, ¿serán suficientes para evitar la caída del PIB y el empobrecimiento de millones?
La calificadora Moody’s ya degradó la perspectiva de México a “negativa”. Si el gobierno no reduce el déficit como lo prometió (de 6% a 3.9% del PIB), la calificación bajará, lo que encarecerá el financiamiento, ahuyentará inversiones y acelerará la fuga de capitales.
El peso sigue debilitándose, ayer cerró en 20.47649 por dólar, lo que significa que todos, especialmente los más pobres, pagaremos la factura con muchos productos y servicios más caros, y servicios públicos más ineficientes. El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) dijo ayer que la amenaza arancelaria del 2 de abril ya frena el nearshoring y debilita más rápido de lo previsto la actividad económica nacional con la consiguiente pérdida de empleos.
Pese al optimismo y la buena voluntad de la presidenta, el financiamiento de muchas de las obras anunciadas por ahora es dudoso y los avances en seguridad podrían no sostenerse. Aun así, la más reciente encuesta de Enkoll para El País muestra que goza de un 82% de aprobación. Ese sólido respaldo podría disminuir, quién sabe cuánto, si ocurre un deterioro económico acelerado.
Claudia Sheinbaum ha decidido recortar para recuperar el equilibrio fiscal, convencida de que la disciplina en las finanzas públicas puede convivir con la justicia social. Gobernar no es solo contener, es construir. Si logra mantener el gasto social, recuperar la inversión y sortear la tormenta externa, México podría salir fortalecido. No será fácil, pero aún es posible. A diferencia de otros líderes que niegan la realidad, ella ha optado por enfrentarla. Esa diferencia puede marcar el rumbo de su gobierno y del país entero.
Twitter: @ruizhealy
Facebook: Eduardo J Ruiz-Healy
Instagram: ruizhealy
Sitio: ruizhealytimes.com